Rechazan que haya lazos con una “dictadura”

Republicanos y exiliados cubanos en EE. UU. criticaron el anuncio del gobierno de Obama de abrir embajada en Cuba.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por

2015-07-01 8:00:00

WASHINGTON. El anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre EE. UU. y Cuba, con apertura de embajadas este mismo mes, generó ayer una ola de rechazo en el exilio cubano y el Partido Republicano estadounidense, que lo ven como una claudicación ante el castrismo.

El presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU., el republicano John Boehner, criticó el anuncio del presidente estadounidense, Barack Obama, de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba por otorgar “legitimidad” a la “brutal dictadura comunista” de los hermanos Raúl y Fidel Castro.

“La Administración Obama está ofreciendo a los Castro el sueño de la legitimidad sin obtener una sola cosa para el pueblo cubano que está siendo oprimido por esta brutal dictadura comunista”, indicó Boehner en un comunicado.

“Como he dicho anteriormente, las relaciones con el régimen de los Castro no deberían ser revisadas, y mucho menos normalizadas, hasta que los cubanos disfruten de la libertad, y ni un segundo antes”, aseveró el líder republicano.

El anuncio también desató una unánime reacción de rechazo entre los aspirantes a la candidatura republicana a la Casa Blanca que consideran que es un cheque en blanco de EE. UU. al régimen cubano, al que acusan de no haber cambiado un ápice su política en cuanto a los derechos humanos y las libertades.

“Es hora de poner fin a nuestras concesiones unilaterales a este odioso régimen”, dijo el senador Marco Rubio, hijo de un matrimonio cubano que emigró a Estados Unidos del triunfo de la revolución.

Jeb Bush, hijo y hermano de presidentes de EE.UU., habló de manera muy similar, al igual que el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, el exgobernador de Texas Rick Perry y el senador texano Ted Cruz, con raíces cubanas como Rubio.

El exilio cubano

El restablecimiento de las relaciones también ha generado una significativa división de opiniones en el exilio de Miami, aunque todos los grupos políticos coincidieron en exigir la libertad de los presos políticos como condición previa.

“La apertura de una embajada castrista en Estados Unidos, sin que este régimen haya hecho ninguna apertura en materia de derechos humanos, contribuye a consolidar ese régimen”, dijo contundente Orlando Gutiérrez, presidente del Directorio Democrático.

Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, opinó en la misma línea. “Que se hagan amigos dos enemigos” es una acción pragmática y plausible, pero “insuficiente” a la luz de los hechos: “el dictador cubano continúa golpeando a los opositores, deteniéndoles y dividiendo a la familia cubana”, indicó Sánchez. —AGENCIAS.