Dos presos muertos y un tercero herido dejó hoy la fuga, a través de un boquete, de trece reclusos desde una comisaría del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Guarenas, vecina a Caracas, informó la Fiscalía.
“De acuerdo con información preliminar, un total de 13 detenidos huyeron de la sede del Cicpc por un boquete” y “durante el hecho dos de los fugados fallecieron, uno resultó herido y cuatro fueron recapturados, mientras que los otros seis lograron fugarse”, dijo la Fiscalía en un comunicado.
Vecinos de la zona aseguraron a medios de prensa que escucharon disparos antes del amanecer, aparentemente un intercambio de fuego entre los fugados y los agentes, lo cual no fue reseñado en el comunicado de la Fiscalía.
Debido a falta de espacio en las cárceles, los calabozos de los cuerpos policiales venezolanos son regularmente ocupados como prisiones, principalmente por acusados a la espera de sus procesos penales.
El Gobierno de Venezuela decretó en octubre de 2012 una “emergencia en materia de infraestructura carcelaria” para construir nuevas prisiones y reconstruir las existentes, e intentar así disminuir el hacinamiento y los altos niveles de violencia generados por ello.
Pese a la construcción y reconstrucción de penales, el organismo no gubernamental Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) aseguró que el hacinamiento llegó en 2014 al 170 %, al registrar entonces una población penitenciaria de 51.256 presos y una capacidad máxima en las prisiones para albergar a solo 19.000.
El OVP informó a principios de este año que durante el 2014 murieron 309 reclusos y 179 resultaron heridos en fugas y enfrentamientos entre reclusos, principalmente.