Evo Morales incomoda al Papa al regalarle un crucifijo “comunista”

El gobernante indígena le obsequió un crucifijo sobre una hoz y un martillo, lo que tomó por sorpresa al Sumo Pontífice

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elsalvador.com

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2015-07-09 7:00:00

LA PAZ. El gesto serio del Papa Francisco reflejaba que no le había hecho mucha gracia el crucifijo con la hoz y el martillo que el pasado miércoles le regaló Evo Morales, gobernante de Bolivia. Sus palabras lo confirman: “No está bien eso”, se le escucha decir al Pontífice cuando ve el objeto en las manos de Evo, informó la agencia noticiosa católica ACI Prensa.

El regalo provocó ayer críticas en el mundo a través de los medios de comunicación y las redes sociales, además de opositores bolivianos que consideraron el obsequio como algo “vergonzoso”.

Evo se define como socialista y representa una corriente regional conocida como “Socialismo del siglo XXI”, que también profesan los gobiernos de Venezuela y Ecuador.

Según ACI Prensa, todo ocurrió al llegar el Pontífice a La Paz. Después del gran recibimiento en el aeropuerto y de unos 10 minutos de descanso –porque la ciudad boliviana está a 3,600 metros de altura y eso desgasta la salud de cualquier visitante–, se dirigió al Palacio del Quemado para una reunión protocolar con el gobernante.

La transmisión en directo del sitio de YouTube del Vaticano mostró, aunque con sonido ambiente, la pequeña ceremonia en que el boliviano le entregaba obsequios. Aun cuando no se podía escuchar bien lo que decían, sí se entiende con claridad la frase del Papa. Tras lucir bastante desconcertado, el Sumo Pontífice le dijo a Evo que “no está bien eso”.

Más tarde, las versiones sobre la tensión vivida en el Palacio del Quemado obligaron al vocero del Vaticano, Federico Lombardi, a negar cualquier problema: “El Papa no ha tenido una particular reacción a esto y ni me ha dicho que manifieste particular reacción negativa a esto”.

La “cruz comunista”, como se la ha bautizado en los medios, es una réplica de una figura tallada por el jesuita español Luis Espinal Camps, que fue torturado y asesinado por paramilitares en La Paz en 1980 por denunciar la violencia política en el país.

Evo entregó a Francisco otro obsequio con carga política: un ejemplar de “El libro del mar”, sobre cómo Bolivia perdió su salida al mar durante la Guerra del Pacífico con Chile en 1879-83. Bolivia trató de renegociar el acceso al Pacífico ante el Tribunal Internacional de Justicia en 2013, y alegó que su pobreza se debe en parte a su carencia de salida al mar. Chile alegó que la corte no tenía jurisdicción porque las fronteras de Bolivia se definieron en un tratado de 1904.

Reacciones

Mientras tanto, muchos acusan a Evo de querer politizar la visita del Papa.

“Solo en #Bolivia. Se regala un Cristo crucificado en una hoz y martillo, símbolo del comunismo ateo! Vergonzoso!”, dijo en su cuenta de Twitter la exparlamentaria opositora Alejandra Prado.

“Al César lo del César y a Dios lo de Dios. No se puede poner a Cristo sobre la hoz y el martillo. Sorprendieron al #PapaFrancisco #Bolivia”, sostuvo de su parte, la exsenadora opositora Centa Reck.

El diputado opositor Bernard Gutiérrez declaró que el gobernante “Morales se ha equivocado” porque esa figura usada por Espinal tienen antecedentes muy particulares que se entienden en Bolivia, pero en el exterior solo puede generar sorpresa.

“Creo que ha generado una reacción adversa del Papa. La expresión del Papa (al recibir el regalo) lo dice todo y eso también está circulando por el mundo”, dijo el legislador.

“Me parece indefendible el gesto de Evo al darle al Papa la cruz de Espinal porque es resultado de una apropiación desvergonzada de un símbolo y de una manera de pensar a las que el gobierno no es afín en absoluto. ¿Qué ha hecho el gobierno por la figura y memoria de Luis Espinal?, ¿qué ha hecho por la unión de los trabajadores, los obreros y la Iglesia?, ¿qué ha hecho en concreto por las víctimas de las dictaduras militares?”, indicó el escritor paceño Sebastián Antezana.

Asimismo, católicos de distintos países rechazaron el gesto de Evo por considerarlo ofensivo a las numerosas víctimas de los grupos terroristas en América Latina y de los históricos regímenes totalitarios comunistas.

“El culmen de la soberbia es manipular a Dios al servicio de ideologías ateas… Hoy, una vez más: #CristoCrucificado”, dijo también en Twitter el obispo de San Sebastián (España), José Ignacio Munilla, mostrando la fotografía del regalo.