El nombre de la firma “Odebrecht”, apellido alemán que da origen a la más grande constructora de Latinoamérica afincada en Brasil, se ha hecho cada vez más común en las noticias del continente.
Esto porque desde la captura de su presidente,Marcelo Odebrecht, por su supuesto vínculo con el escándalo de los sobornos en la estatal Petrobras, las noticias de este caso no sólo impactan al gigante sudamericano, sino a los países donde actualmente lleva adelante obras civiles de gran calado.
Odebrecht, fundada en 1944 por “el joven ingeniero Norberto Odebrecht”, como indica su sitio web, se ha convertido en un enorme conglomerado de construcción y energía petroquímica presente además de países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú y Panamá en la América Latina, hasta Estados Unidos, África y Oriente Medio.
Sus ojos, de hecho, se posaron sobre El Salvador durante la gestión del ex presidente Mauricio Funes al punto que Odebrecht fue una de las dos empresas precalificadas por la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) para seguir con la construcción con la presa El Chaparral.
El gobierno anterior no llegó a firmar ningún contrato con la firma brasileña, y de hecho la CEL aseguró que la ha descartado, pero la brasileña sí tiene obras a medio camino en varios países latinoamericanos que hoy día están atentos al desenlace de la situación de Odebrecht en Brasil.
En riesgo
El rotativo español “El País” pone el acento en cómo “varios países siguen con inquietud las acusaciones contra la constructora brasileña, con importantes proyectos en la región”.
Según la Policía brasileña, la empresa obtenía contratos amañados con Petrobras, inflaba los valores en hasta un 4 % y repartía las diferencias entre directores de la estatal y partidos políticos que amparaban los ilícitos. Hasta el ex presidente “Lula” ha sido vinculado al caso (ver siguiente nota).
El primero de los países en poner el grito en el cielo tras la captura del presidente de Odebrecht fue Colombia.
El vicepresidente colombiano, Germán Vargas Lleras, dijo que si la constructora brasileña recibía “cualquier condena internacional en materia de soborno” sería inhabilitada en contrataciones y ejecución de obras en el país andino. Colombia tiene proyectos con Odebrecht, como carreteras.
Perú fue más allá y un día después de la captura anunció que enviaría fiscales a Brasil para determinar si hubo sobornos en la adjudicación de una carretera en ese país.
Mientras, en Ecuador, el contralor general del Estado, Carlos Pólit, dispuso que se auditen al menos una docena de procesos de contratación entre la constructora y Ecuador, consignó hace dos días el rotativo La Hora.
Según indicó Odebrecht en un comunicado divulgado tras la detención de su presidente, las investigaciones en Brasil no afectan sus operaciones en el exterior “ya que las operaciones en cada país son totalmente independientes”.. —EDH y AGENCIAS.