Denuncian “crisis” en el Banco Central de Venezuela

"Impera el nepotismo" y controlan las comunicaciones, afirman técnicos del ente

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elsalvador.com

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2015-06-14 7:00:00

CARACAS. Profesionales técnicos del Banco Central de Venezuela (BCV) denunciaron la “crisis” que hay en la institución que vela por la estabilidad monetaria del país, que va desde problemas salariales hasta “espionaje” hacia los empleados.

Mediante un comunicado firmado por los técnicos del BCV que ha sido difundido por el periódico El Nacional y el portal La Patilla, ambos venezolanos, los trabajadores señalan seis puntos que describen lo que está pasando al interior de la institución.

“El descontento se propaga entre los trabajadores del BCV, sean estos profesionales, empleados de apoyo y obreros. Son muchos los factores que explican este descontento”, apuntan los medios. Los denunciantes explican que recurrieron al portal La Patilla para difundir el comunicado, debido a la “oscurana informativa que sufre el país” y porque ha sido el único medio que publica sus denuncias.

La primera razón que esgrimen los técnicos es que ha habido un “deterioro del salario real” de quienes laboran en el BCV; explican que durante 2014 y lo que va de 2015 “con una inflación galopante, los aumentos de salarios que han aplicado las autoridades se han traducido en una declinación de nuestro poder adquisitivo”.

Indican que este año con una inflación estimada de un 140%, un aumento de 50% es “absolutamente insuficiente”. “Ello está destruyendo los incentivos para trabajar en una institución que la caracterizó la excelencia”, se quejan empleados.

Otra de las razones que tienen en “crisis” la institución es que “impera el nepotismo”, según lo denunciado por los técnicos y difundido en los medios venezolanos.

“Familiares de jefes del PSUV (partido oficialista) ocupan cargos fundamentales sin tener los méritos para ello y ni la trayectoria en el Instituto, como son los casos de hermanas de Aristóbulo Istúriz y José Vielma Mora”, indican en la denuncia.

José Vielma Mora es el gobernador de Táchira y Aristóbulo Istúriz el gobernador de Anzoátegui. Ambos fueron designados esta semana por el gobernante Nicolás Maduro para formar un equipo que se encargará de revisar los planes de gobierno.

También denuncian que el presidente del BCV, Nelson Merentes, “maneja un presupuesto paralelo de ayudas sociales con fines políticos. Ello es el caldo de cultivo para la corrupción, ya endémica en él”, consignan las publicaciones.

Otro punto que expresan en el comunicado los técnicos de las áreas de estudio y estadísticas es que “sus comunicaciones están controladas, sus correos intervenidos y sus teléfonos pinchados”.

De acuerdo al escrito difundido por los medios venezolanos, en el Banco Central “cunde la desmoralización por el hecho de que no se publican las cifras y datos relevantes de la economía nacional, como por ley está obligado a hacerlo el Directorio del BCV”.

También afirman, según las publicaciones, que “hay que soportar los vejámenes de directores ignorantes y asesores del presidente y vicepresidente del Banco literalmente analfabetos en materia económica y financiera”.

Los empleados, incluso, denuncian públicamente problemas que tienen que ver con la alimentación y la salud que reciben los que trabajan en la institución, debido a la crisis de escasez y desabastecimiento de medicinas y alimentos.

El comunicado difundido en El Nacional y La Patilla, les han reducido la cantidad de alimentos y han eliminado un menú dietético para los que así lo requerían.

Mientras, según el diario español ABC, en Venezuela, en 2014, la Inversión Extranjera Directa (IED) se derrumbó un 88% respecto del año anterior, lo que supone un declive sensiblemente mayor al promedio latinoamericano en ese mismo período.

El dato surge del último informe anual presentado días atrás por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Según el documento, realizado en base a estimaciones oficiales, la IED en Venezuela cayó desde $2,715 millones en 2013 a apenas $323,276 millones en 2014. Ese desplome de 88% es mucho mayor que la caída de 16% que registró la región en su conjunto.

De ese modo, la IED en Venezuela tocó su mínimo del último lustro y fue casi veinte veces menor que en 2012, cuando había alcanzado su máximo nivel de la era chavista. —AGENCIAS.