CARACAS. El expresidente del Gobierno español Felipe González llegó ayer a Caracas sin inconvenientes, pese a que el Parlamento del país suramericano le declaró “non grato” tras la decisión de incorporarse en la defensa de los presos políticos venezolanos.
Con gran expectación y decenas de medios de comunicación, González, que llegó a Caracas antes del mediodía y fue recibido por la esposa del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, Mitzy Capriles; la madre de Leopoldo López, Antonieta Mendoza y el embajador de España en el país, Antonio Pérez Hernández.
El exgobernante, en unas breves declaraciones ofrecidas a periodistas desde el aeropuerto, aseguró que logró ingresar al país sin inconvenientes y que recibió el trato regular de un visitante.
“Todo ha ido bien, como con cualquier ciudadano”, dijo González, quien decidió incorporarse a la defensa de López y Ledezma y aseguró que hasta el momento desconoce los detalles del programa de su visita, por lo que no ofreció los pormenores de su agenda.
Por su parte, el diario español El País publicó que el expresidente tendría previsto acudir a una de las vistas del juicio a López, previsiblemente el miércoles y tratar de visitarlos en la cárcel de Ramo Verde. El régimen venezolano ya ha impedido la entrada a la prisión de otros expresidentes, como el colombiano Andrés Pastrana, en dos ocasiones, el chileno Sebastián Piñera y el boliviano Tuto Quiroga.
“He venido a ver a la familia y, si fuera posible, a Leopoldo y Antonio”, dijo el expresidente español sin dar más detalles.
A su llegada a Caracas, González se reunirá con la madre de López, según informaron fuentes próximas a los organizadores de su visita.
También se conoció que el exgobernante español tiene previsto visitar a Ledezma en su residencia, ubicada en el este de la capital, donde el alcalde opositor cumple un arresto domiciliario mientras se recupera de una operación.
López y Ledezma, considerados por la oposición como “presos políticos”, están encarcelados, el primero por delitos vinculados a las protestas antigubernamentales de febrero de 2014, y el segundo desde febrero de 2015 por conspiración y asociación para delinquir.
Este es el segundo intento de González, quien se definió como “asesor técnico externo” de los opositores, de incorporarse a la defensa de los presos políticos.
López, líder del partido Voluntad Popular, inició una huelga de hambre el pasado 24 de mayo para pedir fecha para las elecciones parlamentarias, previstas para este año, y la libertad de los presos políticos. Uno de ellos, el número tres de su partido, Daniel Ceballos, ha cumplido ya más de dos semanas sin ingerir alimentos y la oposición y sus familiares temen por su vida.
López no ha sido visto en público desde que comenzó su ayuno. Sus abogados dijeron que está muy delgado, pero no han dado más detalles sobre su condición.
Consultado sobre si tenía intenciones de reunirse con el régimen de Nicolás Maduro, el político español señaló que en principio no tiene previsto “ningún contacto” .
Según el diario ABC, el chavismo trató de convocar a sus simpatizantes a reunirse en puntos emblemáticos de todos los municipios en rechazo a la llegada del político español, pero en Caracas apenas se manifestaron unas 50 personas. El chavismo había pedido un “tuitazo” para repudiar la visita de González. Pero en la red social fueron tantos los que se pronunciaron a favor como los que lo hicieron en contra. —AGENCIAS.