Elecciones en México: queman urnas y saquean mesas de votación

Al cierre de esta nota, las autoridades informaban de unas 142 detenciones en diferentes municipios

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elsalvador.com

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2015-06-07 7:00:00

MÉXICO. La quema de material electoral y las protestas marcaron ayer las elecciones intermedias en diversos puntos del suroeste de México, aunque en el resto de país las votaciones transcurrieron con relativa normalidad, pese a algunos llamados al boicot, el temor a otros actos violentos y un descontento social hacia la política.

Las urnas comenzaron a cerrar en la mayoría de México a las seis de la tarde locales. La votación en todo el país concluiría dos horas después y más tarde se espera que se den a conocer las primeras tendencias y los resultados preliminares de las votaciones para renovar los 500 asientos de la Cámara de Diputados, nueve gobiernos estatales y centenares de alcaldes y legisladores locales.

El gobierno federal realizó un gran despliegue del ejército, la marina y la policía federal sobre todo en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, y realizó patrullajes tanto aéreos como terrestres en las zonas más conflictivas, pero el presidente Enrique Peña Nieto subrayó que los incidentes fueron “aislados”.

En Chiapas, Oaxaca, Guerrero hubo quema de boletas, urnas de votación y diferente material electoral, y se registraron protestas de quienes llamaban al boicot y hubo enfrentamientos esporádicos.

Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO) señalaron que la cifra de maestros arrestados superó los 120.

Cien de ellos habrían sido capturados en San Jacinto Amilpas, municipio de Oaxaca, y eran presuntamente miembros del Frente Popular Revolucionario que participaron en los actos vandálicos acontecidos en esa ciudad.

Además, hubo 12 detenidos en la localidad de Tuxtepec, siete en Salina Cruz y tres en Juchitán de Zaragoza.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, apuntó que el incidente más “complicado” ocurrió en el municipio de Tixtla, en el sureño estado de Guerrero, donde estudiantes, maestros y padres de los 43 alumnos de magisterio desaparecidos en septiembre en ese estado – cuya escuela está en este municipio – se acercaron a las mesas de votación e intentaron convencer a los funcionarios para que les entregaran las boletas, que después quemaron como forma de protesta.

“Nosotros queremos que primero aparezcan los jóvenes y después que haya elecciones”, dijo Martina de la Cruz, madre de uno de los desaparecidos.

Poco después se registró un enfrentamiento con palos y piedras entre los manifestantes que llamaban al boicot, muchos con la cara cubierta con pasamontañas, y alrededor de un millar de personas que dijeron se oponían al boicot y deseaban defender su derecho al voto.

“Tixtla ya está cansada de esta gente”, dijo una enfermera que no quiso revelar su nombre.

En los actos de boicot más violentos participaron también miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), un sindicato de maestros que se opone a la reforma educativa del gobierno y presente sobre todo en los estados del suroeste.

En Oaxaca, miembros de este grupo, todos con la cara cubierta o con máscaras de Anonimus, vaciaron un camión con papelería electoral, boletas, urnas y mesas de votaciones en pleno zócalo y lo prendieron fuego a todo al grito de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, en alusión a los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero.

“Es una violación a nuestros derechos porque un grupo no puede decidir por todos, se creen los dueños de todos los espacios”, se quejaba Luz María Velázquez, de 54 años.

Mientras, en las afueras de esta ciudad colonial, esperaban unos 50 vehículos militares pesados listos para intervenir ante cualquier incidencia y un helicóptero de la marina sobrevolaba la zona.

En Tuxtla Gutiérrez, la capital chiapaneca, profesores y estudiantes tomaron las radiodifusoras tras negociar con sus directivos y agentes antimotines que cuidaban las instalaciones, con el fin de llamar a la población a no votar.

En el norteño estado de Nuevo León los ciudadanos divulgaron fotos por redes sociales de diversos colegios electorales que amanecieron sellados con cadenas y candados, lo que retrasó su apertura, y los izquierdistas Partido de la Revolución Democrática, PRD, y Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, denunciaron que hombres armados intimidaban a la gente para que no votara en tres municipios cercanos a la frontera con Texas.

El presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, en un primer balance de la jornada aseguró que las elecciones se celebran “con normalidad” en “todos los estados de la república”, que los mexicanos podían ir a votar con “seguridad” y que los incidentes eran mínimos ya que se pudieron instalar el 99,95 % de las mesas de votación.

Más de 83 millones de electores estaban convocados a las urnas en unas votaciones que se consideran una especie de referéndum sobre la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, en el poder desde diciembre de 2012.

Las elecciones intermedias suelen atraer poca atención, pero en esta ocasión ha sido distinto por los llamados previos a boicotear y diversos hechos de violencia previos.

Prácticamente todas las encuestas han señalado que el partido en el poder mantendría la mayoría de asientos en el congreso y obtendría varios triunfos estatales, a pesar del descontento que algunos han manifestado tanto con las autoridades como por la persistente acción del crimen organizado, que ‘entró’ en la campaña electoral con el asesinato de una docena de candidatos u operadores políticos.

—AGENCIAS.