El “Lago perdido” (Lost Lake) ha corrido por Oregon desde hace años, pero ni los científicos han logrado descifrar sus secretos más profundos.
El cuerpo de agua parece ser uno común y corriente. Sin embargo, cuando llega el invierno, un hoyo empieza a “tragarse” el lago.
Geólogos teorizan que los residuos volcánicos en la zona provocan el drenaje y que se formaron especies de tubos cuando la lava endureció. Luego de que la erupción volcánica enfrió, quedaron los conductos.
Lo que los científicos no han logrado definir es: ¿adónde se pierde el agua del lago?
Jude McHugh, portavoz del Willamette National Forest, indicó al Bulletin, que el líquido podría estar cayendo en una subsuperficie subterránea que alimenta el acuífero de las Central Oregon Cascades. Pero esto es sólo una hipótesis.