Santos ordena bombardeos contra las FARC

Ayer, el grupo terrorista mató a 11 militares

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elsalvador.com

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2015-04-15 7:00:00

BOGOTÁ El proceso de paz colombiano sufrió ayer un revés con un ataque de las FARC a un destacamento militar en medio de un cese el fuego, que dejó al menos 11 muertos y 18 heridos y llevó al Gobierno a endurecer su posición.

Fuentes de la Clínica Valle del Lili en la ciudad de Cali informaron de la muerte de uno de los heridos, lo que elevaría a once el número de muertos, pero posteriormente portavoces del Gobierno confirmaron que hasta el momento son diez los muertos.

Como consecuencia de este ataque, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ordenó reanudar los bombardeos contra campamentos de las FARC, que estaban suspendidos desde el pasado 10 de marzo en respuesta al cumplimiento que esa guerrilla venía haciendo de su cese el fuego unilateral e indefinido que declaró el 20 de diciembre del año pasado.

El mandatario calificó la acción contra el Ejército, ocurrida en Timba, zona rural del municipio de Buenos Aires, en el departamento del Cauca, “un ataque deliberado, no fortuito de las FARC”, y como tal “implica un claro rompimiento de la promesa de un cese el fuego unilateral”.

“He ordenado a las Fuerzas Armadas levantar la orden de suspensión de bombardeos a los campamentos de las FARC hasta nueva orden”, dijo el presidente en Cali, capital del vecino departamento del Valle del Cauca y la ciudad más cercana al sitio donde se produjo el ataque, cuyas circunstancias son objeto de investigación.

Desde que las FARC anunciaron su cese el fuego unilateral como parte de los diálogos de paz en Cuba se han presentado varios incidentes con el Ejército, con muertos de uno y otro lado, pero en número menor al de hoy y siempre en acciones casuales.

Santos se trasladó con su ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, a Cali, donde encabezó un consejo de seguridad con la cúpula militar y autoridades regionales, tras lo cual anunció la reanudación de los bombardeos y ordenó a los jefes militares “desplegar todas las acciones ofensivas necesarias”.

Tanto el cese el fuego unilateral de las FARC como la suspensión de los bombardeos de las Fuerzas Armadas contra los terroristas habían sido celebrados en los últimos meses por la sociedad colombiana por ser medidas que conducían a la reducción de la intensidad del conflicto armado que dura más de siglo.

Tras condenar lo que llamó “vil acto”, el jefe de Estado se dirigió a las FARC para decirles que no se dejará presionar con “hechos infames como este para tomar una decisión sobre cese al fuego bilateral”.

Según el mandatario, el cese al fuego bilateral que reclaman los terroristas “no puede darse ni se dará, sino como consecuencia de un acuerdo serio, definitivo y verificable, de terminación del conflicto”.

Por su parte el expresidente y senador Álvaro Uribe dijo que “el Gobierno facilita el crimen y lo legaliza”, lo que atribuyó al desmonte de la política de seguridad democrática de su administración (2002-2010).

Antes de la declaración presidencial, la delegación de paz de las FARC en La Habana atribuyó la situación a la “incoherencia” del Gobierno, que “está ordenando operativos militares contra una guerrilla en tregua”. —AGENCIAS.