Tres pandilleros confinados en el penal de San Pedro Sula, norte de Honduras, fueron encontrados muertos hoy, confirmó el portavoz de la Policía Nacional, Jorge Alberto Rodríguez.
Los pandilleros estaban en una celda y murieron “por asfixia”, declaró Rodríguez a los periodistas.
Agregó que los fallecidos eran integrantes de la pandilla 18 considerada, junto a la Mara Salvatrucha (MS), una de la más peligrosas que actúa en el país centroamericano.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Joel Argueta, Carlos Rodolfo Guerrero y José Antonio García.
Más temprano, cuatro presos, todos integrantes de la pandilla 18, murieron en un enfrentamiento en la Penitenciaria Nacional, la primera cárcel de Honduras, dijo a periodistas el portavoz del Ministerio de Seguridad, Leonel Sauceda.
Los internos fueron “estrangulados” por otros internos del módulo “Escorpión” de la Penitenciaria Nacional, ubicada al norte de la capital hondureña, señaló el informante.
Los fallecidos fueron identificados como Franklin Moreno, Javier Fuentes, Ulises Vargas y Lisandro Fernández.
Los casos de tiroteos, enfrentamientos, decomiso de armas y droga son frecuentes en las cárceles de Honduras, donde en las últimas semanas las autoridades han trasladado a un centenar de presos considerados de “alta peligrosidad” a celdas de alta seguridad.
El sistema penitenciario de Honduras, compuesto por 24 cárceles, es considerado una “bomba de tiempo” por el hacinamiento y otras condiciones infrahumanas en las que viven los presos, lo que reconocen las máximas autoridades del país centroamericano.