Biden pide terminar con la violencia

El vicepresidente de Estados Unidos habló en Guatemala sobre la importancia de que el Triángulo Norte combata la violencia para atraer las inversiones de su país

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elsalvador.com

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2015-03-02 7:00:00

GUATEMALA. Los presidentes del Triángulo Norte de Centroamérica y representantes de Estados Unidos y México se reunieron ayer en Guatemala para definir el primer borrador del denominado plan Alianza para la Prosperidad (PAP), un ambicioso proyecto para impulsar el desarrollo en la región.

Luego de reunirse con los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras, el vicemandatario estadounidense Joe Biden, emitió un discurso en el cual aseguró que “este es un momento de oportunidades genuinas, pero hay que terminar con el clima de violencia”.

“Estamos aquí porque es un momento de oportunidades para estar seguros de que nuestras economías no queden rezagadas, para matar la corrupción y para atraer miles de dólares en inversión”, puntualizó Biden.

El vicepresidente estadounidense aprovechó para mencionar que “si los líderes de esta región están interesados en impulsar este plan, nosotros vamos a ayudarles”.

Agregó que “se debe garantizar que las instituciones de justicia funcionen a favor de los comunes y corrientes y no contra ellos”.

“Todos tenemos un papel, México puede facilitar y apoyar en que la frontera con Guatemala sea más segura y eficiente”, agregó.

El vicepresidente puso, además, como ejemplo, el Plan Colombia, donde “se pagaron más impuestos y se reformaron las reglas del Congreso y se limpiaron las cortes”.

“En el Gobierno de mi país y en el Congreso me han preguntado ‘¿cómo sabemos qué esto se va a hacer y será diferente a lo que se ha hecho antes?'”, expresó Biden.

“El presidente Barack Obama y yo creemos que va a ser diferente porque existe voluntad política. Todos tenemos que optar por esto. “¿Mitigar o resolver? Este es el momento de resolver”, destacó el vicepresidente, quien considera que el éxito del plan “no es un sueño” si no una tarea “eminentemente posible”.

Biden concluyó su intervención recordando que “cada tarea debe ser apoyada con acciones”.

Con Biden estaban los mandatarios de Guatemala, Otto Pérez Molina, El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y Honduras, Juan Orlando Hernández, los 3 países que componen el Triángulo Norte del istmo.

En el encuentro también estuvieron presentes el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, y la subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, Vanessa Rubio.

El objetivo final de la Alianza para la Prosperidad es frenar la inmigración ilegal de centroamericanos a EE. UU., un fenómeno que llegó a generar una crisis humanitaria el año pasado y que provocó el proyecto en conjunto por parte de los cinco países.

De acuerdo a la oficina de prensa de la Casa Blanca, el plan también tiene como objetivo “hacer frente a la pobreza y violencia endémicas” que “han detenido el progreso de la región” comparada con el “resto del hemisferio que prospera”.

Los gobernantes analizaron ayer los avances para la implementación del plan, que fue presentado por los presidentes del Triángulo Norte Centroamericano en noviembre pasado en Washington, cuenta con el apoyo del BID, y requiere unos $15,000 millones.

Miles de centroamericanos, en especial del Triángulo Norte, emigran cada año sin documentos a Estados Unidos. Sin embargo, el año pasado las autoridades estadounidenses expresaron su preocupación por la oleada migratoria de niños sin compañía de adultos.

Casi 62,000 niños y adolescentes indocumentados y sin acompañantes procedentes de Centroamérica y México llegaron a Estados Unidos desde octubre de 2013, desbordando a las autoridades y provocando una crisis humanitaria.

Pérez Molina dijo que el proyecto de migración es “un plan regional de Estados y no de Gobiernos”, que se aplicará en los municipios de los tres países centroamericanos con mayores índices de migración y que cada Estado asume el compromiso de aportar, por cada dólar que invierta EE. UU., una cantidad “igual o mayor de recursos”.

El mandatario guatemalteco también agradeció la propuesta del presidente estadounidense, Barack Obama, a través de la que se debatirá invertir 1,000 millones de dólares en esta problemática, que calificó de “alta prioridad” en las agendas de los tres países centroamericanos por el “alto porcentaje” de personas que emigran en busca de mejores oportunidades.

Por su parte, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, afirmó que los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica contribuirán con el 80 % o de la inversión para el plan de la Alianza para la Prosperidad, a pesar de los “escasos recursos” de la región, añadió.

Hernández afirmó que es necesario reconocer la responsabilidad compartida en la lucha contra las drogas, pues Estados Unidos es el gran consumidor y los países del sur los productores, aunque no están pidiendo dádivas para implementar el plan.

El presidente del BID precisó que la ejecución con éxito del plan permitirá al Triángulo Norte convertirse en conjunto en la novena economía de Latinoamérica.

Los gobernantes se reunieron en el Palacio Nacional de la Cultura, sede del gobierno guatemalteco, y volverán a mantener un encuentro hoy por la mañana en un hotel de la capital del país. —AGENCIAS.