El papa Francisco se alejará del Vaticano por unos días junto con sus asesores, según dijo, para “corregir los muchos defectos que todos tenemos”.
Francisco dijo a decenas de miles de romanos, turistas y peregrinos en la Plaza de San Pedro que en las próximas horas él y sus principales asesores iniciarán un retiro espiritual. Hasta el viernes por la mañana se dedicarán a escuchar reflexiones, meditar y rezar en Ariccia, un suburbio romano.
No dijo cuáles eran los “defectos”. Pero en sus casi dos años de pontificado, Francisco ha advertido a los prelados del Vaticano sobre el arribismo, la arrogancia, la hipocresía, la corrupción y el estar más dispuesto a juzgar que a mostrar compasión.
Es el corazón donde se elige diariamente entre “el bien y el mal” y entre “la indiferencia y compartir”, dijo el Papa.