Un hombre subió a un autobús en una estación atestada y detonó explosivos que causaron la muerte a 12 personas y heridas a otras 20 en la población de Postikum, en el noreste de Nigeria el martes, según el conductor y archivos hospitalarios.
En principio nadie se atribuyó el atentado, que tenía todas las características de los ataques perpetrados por Boko Haram, el grupo extremista islámico nigeriano.
El conductor del bus, Adamu Isa, dijo que un guardia de seguridad detuvo a un hombre que hizo sonar la alarma de un detector de metales cuando los pasajeros subían al bus.
“Le dijeron que aguardara a un costado, pero subió al bus por la fierza y se detonó”, dijo Isa, y se felicitó por estar vivo.
Documentos hospitalarios indicaron que la explosión dejó 12 muertos y 20 heridos.
El lunes, una mujer entró a una escuela primaria en Fune, en otra parte del estado de Yobe y pidió a unos alumnos que recibieran un paquete para entregar a la directora. Cuando se negaron, la mujer se fue corriendo, y agentes de seguridad pensaron que tal vez era una bomba, dijo el maestro Mohammad Isa a la Associated Press.
Todas las escuelas de la zona están cerradas debido a la posible amenaza.
Boko Haram significa “la educación occidental está prohibida” en el idioma hausa local. La milicia islámica ha perpetrado muchos ataques en Yobe, un estado del noreste del país.
Ataques perpetrados por niñas y mujeres jóvenes hacen temer que Boko Haram está utilizando a algunas de las cientos de víctimas de sus secuestros para realizar atentados. No está claro si las niñas detonan los explosivos o si están controlados a la distancia y ellas entienden lo que sucede.
Al menos 10,000 personas han muerto en la insurrección islámica el año pasado, de acuerdo con el Consejo de Asuntos Exteriores estadounidense, y alrededor de 1.6 millones han abandonado sus hogares, forzados por la campaña para imponer la ley islámica estricta en el país. Los 160 millones de nigerianos están divididos por igual entre musulmanes y cristianos.