Despiden a joven asesinada por defender a dos muchachas de acosadores

Tugce Albayrak intervino en defensa de las dos chicas. La joven se ha convertido para muchos alemanes en símbolo del coraje cívico

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elsalvador.com

Por EFE

2014-12-03 7:00:00

Alemania despidió hoy con una emotiva ceremonia a Tugce Albayrak, la estudiante de 23 años, nacida en el país y de origen turco, muerta a consecuencia de la agresión sufrida tras mediar en un presunto caso de acoso sexual sobre otras dos muchachas.

La ceremonia, presidida por una bandera alemana y otra turca, con abundante presencia institucional, se celebró en una mezquita de Wächtersbach, cercana a la localidad de Offenbach (oeste) donde tuvo lugar la fatal agresión, el pasado 15 de noviembre.

Los hechos ocurrieron en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida, ya de madrugada, y el agresor fue un joven de 18 años, con múltiples antecedentes por lesiones, quien permanece detenido desde entonces.

Según la reconstrucción de los hechos difundidas por estos días por los medios, Tugce Albayrak había intervenido en el interior de la hamburguesería en defensa de las dos muchachas, dos menores de edad, a las que varios hombres aparentemente habían arrinconado en los servicios.

Su agresor abandonó el local advirtiéndole que la esperaba fuera y, ya en el exterior, le propinó un golpe y ella cayó al suelo, sin que se haya esclarecido si falleció a consecuencia directa de la agresión o al golpearse en la cabeza.

Tugce quedó en coma durante dos semanas, después se le certificó la muerte cerebral. Sus familiares optaron por autorizar su desconexión de los aparatos que la mantenían en vida artificial justo el 28 de noviembre, el día en que cumplía los 23 años.

Fuentes de la fiscalía informaron hoy que habrá que esperar tal vez hasta enero para presentar los cargos de la acusación, pendientes de los resultados definitivos de la autopsia y de las imágenes captadas por las cámaras de vídeo del local.

Asimismo habrá que esperar las declaraciones de todos los testigos presenciales, incluidas las dos muchachas a las que trató la defender la víctima, así como de su presunto agresor, que hasta ahora ha negado los hechos.

Son muchos los aspectos a esclarecer aún, tanto en lo que respecta al acoso a los dos menores como al proceder del personal del restaurante o al de los amigos que acompañaban al agresor, que al parecer trataron de contener al joven.

En cualquier caso, la joven estudiante de medicina fallecida, una bien integrada en la sociedad alemana, se ha convertido para muchos alemanes en símbolo del coraje cívico, de alguien que interviene para frenar una agresión mientras otros miran hacia otro lado.