Investigadores de accidentes empezarán a reconstruir el Boeing 777 de Malaysia Airlines derribado en julio cuando sobrevolaba el este de Ucrania, un hecho que dejó muertas a las 298 personas abordo, tras la llegada el martes de los restos de la tragedia a un hangar de la Fuerza Aérea de Holanda.
Miembros de la Junta de Seguridad Nacional unirán las piezas restantes del avión para intentar determinar con exactitud qué hizo caer al vuelo MH17.
Una investigación criminal paralela puesta en marcha por fiscales holandeses en 11 países busca identificar a los posibles culpables. Dos tercios de los pasajeros del vuelo que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur eran holandeses.
Washington y sus aliados aseguran que rebeldes prorrusos que combaten en la zona impactaron al avión con un misil tierra-aire. Rusia, inmersa en su peor confrontación con Occidente desde el fin de la Guerra Fría, dijo que el misil fue disparado por un caza ucraniano.
Decenas de familiares de las víctimas miraban en la ciudad sureña de Gilze-Rijen mientras ocho camiones entraban en la base militar con escolta policial.
Servicios de emergencia ucranianos operando bajo supervisión holandesa recuperaron los restos considerados más valiosos para la investigación durante una operación de seis días en noviembre. Los pedazos del fuselaje podrían ayudar a determinar de qué dirección provino el proyectil.
Los expertos holandeses dijeron que los restos serán fotografiados, escaneados y clasificados. Después se intentará reconstruir el aparato.