Pavo, relleno y un globo de helio de la locomotora protagonista de “Thomas the Tank Engine” formaban parte del menú de las familias y amigos que se reunieron a lo largo y ancho de Estados Unidos para celebrar Acción de Gracias.
La fiesta tradicional de agradecimiento por una buena cosecha se remonta a una celebración en 1621 en Plymouth, Massachusetts, cuando los primeros colonos que arribaron de Inglaterra, llamados los peregrinos, invitaron a indígenas a una fiesta.
Espectadores de todas las edades ocuparon las aceras en la ruta del tradicional desfile de Acción de Gracias en Nueva York, organizado por la tienda Macy’s, con globos gigantes de personajes infantiles.
La temperatura era de 3 grados (37 Fahrenheit) con una tenue llovizna y vientos suaves cuando los payasos lanzaron papel picado al aire para iniciar el espectáculo.
Cerca del final de la ruta, medio centenar de manifestantes caminaban por la acera con carteles y coreando, “manos arriba, no disparen”, en alusión a Michael Brown, el adolescente negro desarmado muerto a tiros por un policía blanco en Ferguson, Missouri.
La Policía de Nueva York dijo a la Associated Press que arrestó a siete personas cerca del desfile, pero no ofreció más detalles.
La lluvia y nieve del miércoles convirtió a los desplazamientos en una experiencia caótica para algunos en el día de mayor tráfico del año. Cientos de vuelos fueron cancelados en el noreste de Estados Unidos.
Algunos viajeros trataron de anticiparse a la tormenta adelantando su vuelo, y las aerolíneas trataron de ayudarlos eliminando las tarifas de cambio de vuelo, pero la mayoría de los aviones estaban repletos y había escasas opciones.
En Washington, el presidente Barack Obama dijo en su discurso semanal por radio e internet que pensaba pasar el día con amistades y la familia, conversando, comiendo platos ricos y mirando fútbol americano por televisión.
Dijo que Acción de Gracias es su feriado predilecto “porque, más que cualquier otro, es singularmente estadounidense”.