EE.UU. confía en contener el ébola pese a registrar primer caso dentro del país

La preocupación por la llegada del virus a EE.UU. aumentó al conocerse que el infectado, el liberiano Thomas Eric Duncan, acudió al hospital días antes de su diagnóstico con síntomas y recién llegado de su país

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elsalvador.com

Por EFE

2014-10-04 9:00:00

Estados Unidos registró esta semana el primer caso de ébola en su territorio, lo que, pese a haber alarmado a parte de la población, no ha hecho saltar las alarmas entre los expertos epidemiólogos y sanitarios, quienes confían en la capacidad del sistema de salud para contener la enfermedad.

Varios ciudadanos estadounidenses habían contraído el ébola desde que el brote estallara en África Occidental, pero hasta esta semana Estados Unidos no había contabilizado a ningún individuo infectado por el virus dentro de sus fronteras.

La preocupación por la llegada del virus al país aumentó al conocerse que el infectado, el liberiano Thomas Eric Duncan, acudió al hospital días antes de su diagnóstico con síntomas y recién llegado de su país y, no obstante, se le recetaron antibióticos y se le mandó a casa, lo que puso en riesgo a quienes tuvieron contacto con él.

“Se ha reportado un caso, con varios contactos cercanos de esa persona que han sido aislados y supervisados, y los contactos más remotos pidieron saber sobre sus posibles riesgos, comprobar su temperatura, y mantenerse en estrecha comunicación con las autoridades de salud”, explica a Efe Alan Schmaljohn, profesor de Micorbiología e Inmunología de la Universidad de Maryland.

“En la medida en que cada vida importa, cada caso es un asunto de verdadera preocupación, pero mientras el virus no mute drásticamente (y no hay pruebas de que lo haya hecho), casi no hay motivo por el que preocuparse sobre una propagación del virus en Estados Unidos como la ocurrida en África Occidental”, agregó el especialista.

Todos los expertos consultados por Efe coinciden en que el sistema sanitario estadounidense cuenta con la infraestructura suficiente para contener la amenaza, pero la falta de eficacia con el diagnóstico del liberiano ha reducido la confianza de la población.

Duncan acudió el 25 de septiembre, por primera vez, al Hospital Presbiteriano de Dallas con fiebre y dolores abdominales, pero los médicos le dejaron volver a casa con antibióticos sin tener en cuenta que venía de Liberia.

El enfermo volvió al hospital tres días después, cuando fue aislado y posteriormente diagnosticado con ébola, pero esos dos días fueron trascendentales para una potencial propagación del virus entre las personas con las que estuvo en contacto.

El desliz y la consiguiente alarma provocaron que este viernes varios altos funcionarios del Gobierno, incluida la secretaria de Salud (DHS, en inglés), Sylvia Burwell, comparecieran ante los medios para informar sobre sus esfuerzos para tratar a los pacientes y reiterar la capacidad del sistema sanitario.

La asesora presidencial de Seguridad Nacional, Lisa Mónaco, insistió en que Estados Unidos “está preparado para lidiar con esto” y recordó que “hasta ahora, todos los brotes de ébola en la historia se han detenido”.

“Sabemos cómo hacer esto y lo volveremos a hacer. El presidente (de Estados Unidos, Barack) Obama está seguro de que lo detendremos”, subrayó la consejera.

“Si el ébola se extiende en Estados Unidos mucho más allá de su fase inicial, entonces seremos sin duda menos competentes que los médicos y científicos alemanes que en 1967 dejaron que surgiera el primer brote del virus de Marburg (el único brote de filovirus en un sistema médico avanzado) a través de monos importados”, comparó Schmaljohn.

Amira Roess, profesora de Salud Global en la Universidad George Washington, coincide en conversación con Efe en que la situación está “bajo control” e insiste en que numerosos profesionales de la Medicina en Estados Unidos han sido entrenados para atajar este tipo de situaciones, como demuestran los dos médicos estadounidenses infectados hace más de un mes en África, que a su regreso están en proceso de recuperación.

Estados Unidos también ha rechazado de momento cualquier tipo de restricción a los viajes a África Occidental, alegando que esto resultaría contraproducente para contener el virus a nivel global y atajar su epidemia en esa parte del planeta.

Roess reconoce que medidas de ese tipo están sobre la mesa de las autoridades, pero cree que de momento no son necesarias, y ve poco probable que lleguen a serlo.

“Una de las mejores maneras de evitar este tipo de enfermedades es mantener buenos hábitos de higiene, la casa limpia, tomar precauciones si alguien cerca tiene síntomas o tose y en general un buen comportamiento público sanitario. Ese es el mejor mensaje para transmitir ahora mismo”, concluye la doctora.

Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de la Salud de la Organización Panamericana de Salud (OPS) urgió esta semana a los diferentes gobiernos a mantener la vigilancia y continuar con los preparativos ante una posible llegada del virus del Ébola, pero subrayó que solo se transmite en unas circunstancias muy concretas.

Este virus solo es contagioso cuando los pacientes ya están enfermos, pero no durante el período de incubación, que puede ser de 2 a 21 días, y únicamente por contacto directo con los fluidos de una persona ya enferma.