ROMA. El Papa Francisco mostró ayer su preocupación por el terrorismo y el tráfico de armas en una reunión con los nuncios en Oriente Medio y con miembros de la Curia para analizar la situación de los cristianos en la región.
En la reunión de ayer, que es la primera de las que se celebrarán hasta el próximo día 4, el Papa destacó que para los terroristas, “la vida de la persona no tiene ningún valor”, según explicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Y, sobre el tráfico de armas, opinó que es la base de “muchos problemas” y obliga a muchas personas a abandonar sus países, creando “dramas humanos”, relató.
Denunció además que los cristianos en Oriente Medio, al igual que otras minorías étnicas y religiosas, sufren a causa de la violencia que impera en toda la región e instó a la Iglesia a manifestar solidaridad hacia los cristianos que viven en esa zona.
Asimismo, pidió que la comunidad internacional y “todos los hombres de buena voluntad” ayuden a dar respuesta a las necesidades de todas las personas que sufren en la región.
Los representantes pontificios de Siria y de Iraq describieron la situación de los cristianos en sus respectivos países, mientras que el presidente del consejo pontificio “Cor Unum” comentó el trabajo de la Iglesia frente a la crisis humanitaria en Oriente Medio.
En las reuniones que comenzaron participan los nuncios de Egipto, Israel, Jerusalén-Palestina, Jordania-Iraq, Irán, el Líbano, Siria, Turquía, así como los representantes de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York y Ginebra y ante la Unión Europea.
En representación de la Curia Romana, participan el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolinm, y el prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Fernando Filoni. —AGENCIAS.