BRASILIA. Casi 143 millones de brasileños regresan hoy a las urnas para decidir en segunda vuelta el rumbo de un país polarizado entre la presidenta y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, y el líder opositor Aécio Neves, quienes en las últimas semanas han protagonizado una combativa campaña electoral en la que abundaron los ataques personales, las acusaciones, las provocaciones y las ofensas.
El factor sorpresa se impuso hasta el último instante en la carrera electoral y, a horas de la apertura de las urnas, las encuestas no definían por unanimidad el nombre del vencedor de las elecciones.
Los sondeos divulgados ayer por Ibope y Datafolha, los dos institutos demoscópicos más prestigiosos del país, mostraron que Rousseff supera entre seis y cuatro puntos porcentuales a Neves, respectivamente, aunque señalaron una caída en la intención de voto de la mandataria y una subida del líder opositor.
A pesar de mostrar a Rousseff por delante, Datafolha pronosticó un “empate técnico” entre ambos candidatos, debido al margen de error de dos puntos porcentuales. Está dualidad también fue apuntada por otra encuesta divulgada ayer por la firma MDA que, sin embargo, puso a Neves a la cabeza.
En ese sondeo, el candidato proempresas y la actual presidenta aparecen cabeza a cabeza en la intención de voto.
Neves tiene un apoyo del 45.3 % de apoyo frente al 44.7 % de la presidenta Rousseff, según la medición de MDA.
Sin tener en cuenta los votantes que no han tomado una decisión y las respuestas nulas o en blanco, Neves tendría un 50.3 % de los votos válidos frente al 49.7 % de Rousseff, mostró la compañía. La diferencia entre ambos puede ser aún menor ya que el margen de error del estudio es de más o menos 2.2 %, por lo que es considerado un empate técnico.
Ante los nuevos datos, el líder del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) afirmó que si logra la victoria en las elecciones de hoy en su país, se generará un “nuevo entorno de tranquilidad entre los inversores y empresarios”.
En una entrevista con el diario español La Razón, publicada ayer, Neves responsabiliza a la presidenta brasileña de causar un “desequilibrio macroeconómico” en Brasil por su “mala gestión económica” y de infraestructuras y su “relajada” política fiscal.
“Vamos a recuperar la confianza en Brasil, a aumentar la inversión y a hacer un estricto control de las cuentas públicas”, declaró Neves.
Por su parte, Rousseff prometió al cierre de su campaña combatir la corrupción con más rigor tras ser cuestionada acerca de supuestos esquemas de sobornos en su gobierno.
Cruzan sables
La cerrada disputa entre ambos candidatos les ha llevado a elevar fuertemente el tono de sus discursos para sumar los votos de los indecisos en la segunda vuelta, en la que serán instaladas cerca de 532,000 urnas electrónicas distribuidas en 450,000 centros de votación repartidos por los 27 estados del país.
La presidenta brasileña y el líder opositor cruzaron sables en el último debate previo a los comicios centrados en denuncias de una revista que implican a la mandataria en corruptelas detectadas en la estatal Petrobras.
En el debate organizado por el canal Globo, Neves le preguntó a Rousseff sin ambages si, como afirmó la revista Veja, ella y su antecesor y mentor, Luiz Inácio Lula da Silva, sabían que en Petrobras se había enquistado una vasta red de corrupción.
Y ella le respondió: “Esa revista que hace una sistemática oposición publica una calumnia de esa dimensión sin ninguna prueba y usted endosa esa denuncia”. —AGENCIAS.