El gobierno estatal de Sonora, al norte de México, emitió una alerta binacional por un vertido contaminante en un río que desemboca en el estado de Arizona, al sur de los Estados Unidos.
“Desechos probablemente tóxicos de una represa ubicada en el norte de la mina Buenavista del Cobre, en Cananea, han llegado al río San Pedro, que a su vez vierte sus aguas en Estados Unidos”, dijo Carlos Jesús Arias, titular de la Unidad Estatal de Protección Civil del gobierno de Sonora.
Como parte de los protocolos de seguridad establecidos entre México y Estados Unidos se avisó a las autoridades de la Comisión Internacional de Límites de Aguas para que se tomen las medidas necesarias.
La mina Buenavista del Cobre, propiedad de Grupo México y que produce unas 200,000 toneladas de cobre al año, emitió un comunicado el domingo diciendo que las tormentas y lluvias provocadas por el huracán Odile hicieron que una balsa de agua de la mina rebasara de agua tóxica y se filtrara a algunos arroyos. Agregó que el derrame ya estaba controlado con bombas y succión. En el comunicado no se identificó la sustancia que se filtró.
La Unidad Estatal de Protección Civil hizo un llamado preventivo a la población del municipio fronterizo de Cananea para que evite acercarse a esos cauces y recomendó a los ganaderos retirar a sus animales de los márgenes del río San Pedro “en tanto se analice el contenido de estas aguas”, dijo Arias.
El río es apenas un pequeño cauce que fluye con dirección al norte desde el municipio de Cananea hacia Estados Unidos, cruzando la frontera hasta Sierra Vista, Arizona.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente informó el lunes de que el vertido corresponde a agua de lluvia con presencia de elementos ferrosos por debajo de las normas que pongan en riesgo la salud humana. Aún no se conoce el resultado del análisis de metales pesados u otros contaminantes como el arsénico.
Las autoridades acusaron el mes pasado a la compañía minera de haber mentido sobre un derrame ocurrido en agosto que arrojó millones de litros de ácidos y metales pesados que contaminaron dos ríos y una presa río abajo.
También acusaron a la empresa de mentir sobre las medidas que tomó para controlar los efectos. La compañía culpó a las fuertes lluvias por el derrame de los estanques de contención, pero funcionarios señalaron que al parecer el accidente fue ocasionado por supervisión negligente en la mina y defectos de construcción.
El derrame envió aproximadamente 10 millones de galones (unos 40,000 metros cúbicos) de sulfato de cobre y metales pesados a los ríos y a un estanque detrás de una presa que suministra agua a la capital de Sonora.
Grupo México establecerá un fideicomiso de cerca de 151 millones de dólares para pagar el daño causado por el derrame. Además, la compañía enfrenta multas por lo sucedido en agosto.