Las denuncias de corrupción contra Petrobras ponen en jaque a Rousseff

Según un exdirector de la compañía, hay involucrados legisladores oficialistas en lavado de dinero, contrabando, evasión de divisas e impuestos.

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elsalvador.com

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2014-09-08 9:00:00

BRASILIA. Las declaraciones de un exdirector de la compañía estatal brasileña Petrobras denunciando que decenas de políticos oficialistas integraban una red de corrupción cayeron como una nueva bomba en la campaña de reelección de la presidenta, Dilma Rousseff.

Las denuncias partieron del exdirector de Abastecimiento y Refinería de Petrobras Paulo Roberto Costa, actualmente preso por mantener presuntos nexos con una red de lavado de dinero, contrabando, narcotráfico, corrupción y evasión de divisas e impuestos.

Costa acordó suministrar información a cambio de que se le reduzca la pena, que en virtud de los cargos que se le asignan podría llegar a superar los 30 años de cárcel.

Este fin de semana, la revista semanal “Veja” informó que Costa denunció la participación en los fraudes de decenas de legisladores, entre ellos los presidentes de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, y del Senado Nacional, Renan Calheiros, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

También integran la lista de acusados el tesorero nacional del PT, Joao Vaccari Neto; el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao; el exgobernador de Río Sergio Cabral y la actual gobernadora de Maranhao, Roseana Sarney -los tres del PMDB-; así como el ex candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB) Eduardo Campos, fallecido en un accidente aéreo el pasado 13 de agosto.

De acuerdo con Costa, los políticos recibían el tres por ciento de comisión sobre el valor de cada contrato firmado durante su gestión en la estatal, que se extendió entre los años 2004 y 2012.

Las denuncias vinculadas a la mayor empresa pública del país involucran a Rousseff porque la mandataria presidió el Consejo de Administración de la estatal entre 2003 y 2011. En ese periodo fueron aprobados negocios que ocasionaron millonarias pérdidas al ente y que están siendo investigados por sospecha de irregularidades.

Los negocios fallidos llevaron a que la empresa “modelo” de Brasil acumulara en los últimos tres años pérdidas estimadas en unos $80,400 millones. Este aspecto atenta directamente contra la imagen de “gestora eficiente” con la que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva promovió a su sucesora en la Presidencia de Brasil.

Se trata del segundo “vendaval” que sacude la campaña política de Rousseff, cuando falta sólo un mes para la primera vuelta de las elecciones generales del próximo 5 de octubre.

El primer revés para la campaña de la mandataria se produjo de forma inesperada, tras la muerte del candidato socialista Campos, cuando la ambientalista Marina Silva fue proclamada candidata a la Presidencia en su lugar, iniciando una debacle en la hasta entonces virtualmente “segura” reelección de Rousseff.

“El mundillo de la política hierve con la posibilidad de que se conozca el contenido del testimonio del exdirector de Petrobras Paulo Roberto Costa”, constató el analista del diario “Folha de Sao Paulo” Fernando Rodrigues.

“La revelación de corrupción a granel en el plano federal tendrá impacto en las urnas”, avizora el especialista. “La ‘Petrobrasgate’ es perjudicial para Dilma Rousseff en la misma proporción de beneficio posible para Marina Silva. Es otro capítulo en la más imprevisible de todas las elecciones recientes”, añade el analista.

La oposición ya adelantó que hará lo que sea necesario para que las revelaciones sean discutidas en una comisión parlamentaria que investiga las irregularidades en Petrobras, al tiempo que el candidato socialdemócrata, Aécio Neves, responsabilizó directamente a la mandataria y atacó con dureza al PT. —AGENCIAS.