EE. UU. abre la posibilidad de enviar tropas terrestres a Iraq

El jefe del Estado Mayor recomendará a Obama su uso, si falla la estrategia de ataques aéreos contra los yihadistas

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elsalvador.com

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2014-09-16 7:00:00

WASHINGTON. El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., Martin Dempsey, no descartó ayer que soldados estadounidenses tengan que ponerse en la vanguardia del combate contra el Estado Islámico (EI), un movimiento que podría enfrascar a Estados Unidos y sus aliados en un conflicto complejo e incierto.

Dempsey dijo ayer en una audiencia en el Senado que no descarta la posibilidad de recomendar al presidente estadounidense, Barack Obama, el despliegue de tropas en situaciones como un posible intento de retomar Mosul, conquistado por los yihadistas en junio.

“Si las circunstancias cambian, recomendaría que (las tropas) asesoren cerca del combate y acompañen (a las tropas iraquíes o kurdas) en este tipo de misión (…) aunque ahora mismo no lo considero necesario”, explicó Dempsey ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, quien también testificó en una audiencia interrumpida varias veces por los pacifistas de Pink Code, dijo que “este va a ser un esfuerzo a largo plazo”, con Estados Unidos involucrado principalmente desde el aire y trabajando con aliados para que lleven la iniciativa bélica sobre el terreno.

Hagel aseguró que el Estado Islámico es una amenaza para la estabilidad de toda la región de Oriente Medio, desde el Líbano hasta Arabia Saudita.

Precisamente, el pasado lunes, Estados Unidos comenzó una nueva fase de su misión para “degradar y destruir” al EI con ataques aéreos sobre posiciones del EI cerca de Bagdad, ampliando por vez primera, el tipo de misiones aéreas iniciadas a comienzos de agosto.

Con más de 1,600 militares estadounidenses desplazándose a suelo iraquí para operar como asesores militares, personal de inteligencia, operadores de drones y seguridad diplomática, Estados Unidos ha aumentado su presencia en el país árabe a un nivel inédito, desde el fin de la guerra de Iraq (2003-2011).

Pese a que Obama ha reiterado que la “guerra” contra el EI no va a implicar el despliegue de tropas de combate, Dempsey reconoció que en casos específicos podría ser necesario que fuerzas especiales estadounidenses u otros aliados de la coalición contra el EI avancen con las tropas iraquíes y se encarguen de marcar objetivos y coordinar operaciones militares complejas.

La estrategia militar del Pentágono es “acosar al EI desde múltiples direcciones”, con la ayuda del Ejército iraquí y los “peshmerga” kurdos, para que se retiren a Siria, donde la oposición moderada al dictador, Bashar Al Assad, entrenada por Washington, acabaría con los bastiones yihadistas.

Dempsey aseguró que las milicias armadas por Estados Unidos tendrán como prioridad luchar contra los también opositores del EI antes que contra el régimen de Assad, algo que varios senadores pusieron en duda.

El Pentágono asegura que no serán necesarios estadounidenses sobre el terreno en Siria y los nuevos miembros de la oposición moderada del Ejército Libre Sirio deberán ser responsables de defenderse y conseguir avances en una guerra civil caótica.

El Pentágono espera poder tener una primera fuerza opositora operativa, reclutada, en general, entre la población siria desplazada, en aproximadamente un año, una vez el Congreso provea el dinero y la autorización necesaria.

Mientras, más temprano, fuentes del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos afirman que un avión de la Fuerza Aérea de Siria cayó en una ciudad del norte del país, después que la aeronave fuera atacada por el EI.

Según los activistas, el avión cayó, este martes, en la ciudad de Raqqa, un bastión del Estado Islámico en el norte del país, informa la agencia AP.

Fourat Alwfaa, un activista de Raqqa, dijo que el suceso se produjo después que combatientes islámicos dispararon proyectiles contra el avión.

El activista señaló, además, que varios miembros de una familia murieron después de que el aparato cayera sobre su casa.

Se cree que la milicia del Estado Islámico, que opera en Iraq y Siria, controla 2,000 millones de dólares y se compone de 10 mil combatientes, lo que permite a este grupo combatir exitosamente contra el Ejército iraquí y así intentar controlar una región que se extiende desde la ciudad de Alepo en Siria, hasta las ciudades de Faluya, Mosul y Tal Afar, en Iraq.

Inicia reunión de ONU

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, respaldó ayer la estrategia de Estados Unidos contra el Estado Islámico (EI) e hizo un llamado a la comunidad internacional a “actuar con decisión” contra la amenaza que plantea el grupo terrorista.

“Urjo a la comunidad internacional y a aquellos que disponen de medios, a actuar con decisión y tras una reflexión seria. Es fundamental mantener como prioridad la protección de los civiles”, apuntó Ban, previo a la apertura de la nueva sesión de la Asamblea General de la ONU.

En ese sentido, expresó su apoyo al “compromiso decidido y firme” de Obama para combatir el terrorismo, un fenómeno que es “un enemigo común para la humanidad”.

Ayer, durante el inicio de la 69 Asamblea General de la ONU, entre los principales problemas globales, Ban mencionó la actual “oleada de intolerancia” que se vive en muchos lugares y la existencia de grupos que “aprovechan las divisiones” e “impulsan el odio”.

“Esta Asamblea representa el máximo rechazo a esa visión distorsionada del mundo”, señaló el diplomático, que llamó a todas las naciones a demostrar compromiso para resolver los problemas juntos.

Entre otras crisis, Ban hizo referencia a la situación en Siria e Iraq, en Mali, Sudán del Sur y la República Centroafricana, en Ucrania y en Gaza.

—AGENCIAS.