Se eleva tensión en Misuri: otro muerto

Pese a la llegada de la Guardia Nacional, sigue jornada violenta en Ferguson (EE. UU.)

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elsalvador.com

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2014-08-19 8:00:00

WASHINGTON. Otro joven afroamericano murió ayer por los disparos de un policía en San Luis (Misuri), a pocos kilómetros de la localidad de Ferguson, donde se suceden las protestas por la muerte de Michael Brown, también afroamericano, quien fue tiroteado por un agente.

La Policía indicó que el hombre de 23 años, cuya identidad no ha sido divulgada, intentó robar en una tienda de comestibles con un cuchillo.

Según la versión policial, tras darle el alto para que soltara el cuchillo fuera de la tienda, el sujeto intentó atacar a un agente, que le disparó.

El jefe del departamento de Policía de San Luis, Sam Dotson, indicó que el incidente está siendo investigado.

El sospechoso, que según Dotson había estado comportándose erráticamente antes del incidente, fue declarado muerto en el lugar de los hechos, a unos seis kilómetros de Ferguson.

La noche más violenta

El despliegue de la Guardia Nacional no ha logrado apaciguar la tensión en Ferguson donde la noche del lunes vivió una de las jornadas de disturbios más duras desde el comienzo de las protestas raciales hace algo más de una semana tras la muerte de un joven afroamericano desarmado a manos de un policía.

Centenares de manifestantes volvieron a ocupar la Avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de las protestas, en una concentración que comenzó pacífica y terminó con enfrentamientos, al menos 79 arrestados, algunos heridos de bala y el uso de gases lacrimógenos y bombas de humo para dispersar la protesta, informaron los medios locales.

“Los manifestantes pacíficos no son el enemigo, ellos no. Pero hemos tenido disparos. Dos personas han tenido que ser trasladas a un hospital y quienes les dispararon no eran agentes”, explicó el capitán de la Patrulla de Carreteras de Misuri, Ron Johnson, a la CNN al término de las protestas.

Las autoridades de Misuri acusaron ayer a “delincuentes” llegados de otras partes de EE. UU. e infiltrados entre los manifestantes de ser responsables de los disparos hechos contra la policía en los disturbios.

La tensión escaló cuando la Policía comenzó a avisar a los manifestantes de que debían despejar la calle si no querían ser arrestados, después de que varias personas lanzaran cócteles molotov, botellas y otros objetos contra los agentes.

Casi dos horas después, justo antes de la medianoche en Ferguson, los agentes empezaron a avanzar hacia los manifestantes, ataviados con material antidisturbios y alertando a través de los altavoces de que el área dejaba de ser segura, la gente debía volver a sus casas y los periodistas debían salir de la zona de las protestas.

La mayoría de los manifestantes atendieron la orden, aunque un grupo reducido de personas se resistió y en ese momento se sucedieron los arrestos, según los medios locales.

Algunas de las personas que participaron en la protesta aseguraron en las redes sociales haber escuchado el sonido de disparos y la cadena Fox informó de que al menos una persona había resultado herida de arma, en una mano.

En madrugada la zona de protestas estaba bloqueada con barreras y por agentes, de manera que algunas personas encontraron problemas para abandonar el lugar con sus vehículos.

A lo largo de la noche el fuego también fue protagonista: los manifestantes lo usaron para evitar el avance de la policía y al menos un edificio estuvo en llamas.—AGENCIAS.