MÉXICO. El Ejército y la Policía Federal de México rescataron ayer a más de 500 niños que se encontraban en una casa hogar en el suroccidental estado de Michoacán, donde vivían en deplorables condiciones y sufrían abusos sexuales, informaron fuentes oficiales.
El procurador general (fiscal) mexicano, Jesús Murillo, precisó a los medios que el rescate se logró en un registro del albergue La Gran Familia, en la ciudad de Zamora, luego de varias denuncias.
En el sitio, que funcionaba desde hace 40 años, había desde recién nacidos hasta mayores de 40 años que dormían en el piso, pedían limosnas y sufrían abusos sexuales.
Según el titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón, y Rodrigo Archundia Barrientos, subprocurador especializado en Delincuencia Organizada, las personas rescatadas vivían entre plagas, ratas, chinches y pulgas.
En un balance preliminar, las autoridades detallaron que los liberados son 6 bebés (de entre dos meses y 3 años), 278 niños, 174 niñas (entre los 3 y 17 años) y 138 mayores de edad.
El titular de la Fiscalía afirmó que los menores fueron trasladados a lugares en buenas condiciones y que la directora y nueve personas más, rinden su declaración ministerial por la situación de la casa hogar y que en las próximas horas se definirá su situación.
Según medios mexicanos, la casa hogar “La Gran Familia” localizado en la ciudad de Zamora, y que aloja a más de 600 menores, es dirigido desde su fundación en 1947 por Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, mejor conocida como “Mamá Rosa”, quien impedía a los menores salir del internado.
Según reportes de prensa, Verduzco -apodada “La Jefa”- tenía denuncias desde hace varios años atrás porque no permitía a salir a los menores que ingresaban y pedía una especie de rescate por devolver a los niños a sus padres.
La casa hogar funcionaba desde 1947 y era financiada con donaciones de empresas, personas y gobierno según su página de Facebook.
Según el diario El Universal, cuando se realizó el operativo, las personas estaban comiendo alimentos en estado de descomposición, confirmándose así las malas condiciones en las que se mantenía a los menores y los adultos.
Las autoridades revelaron que los menores que nacían en el lugar eran registrados como hijos de la fundadora y tampoco se les permitía salir al exterior. Una joven que declaró ante la Fiscalía explicó que quiso salir del lugar al cumplir los 18 años, pero estuvo privada de su libertad 13 años más y le quitaron a las dos hijas que procreó. —AGENCIAS