MÉXICO. El Gobierno mexicano anunció ayer que los inmigrantes ya no podrán subirse al ferrocarril de carga, conocido como “La Bestia”, que recorre el país de sur a norte, con el objetivo de acercarse a la frontera de Estados Unidos.
Ese tren es utilizado por cientos de miles de centroamericanos.
“Es una decisión del Estado mexicano no seguir permitiendo que migrantes de Centroamérica y también mexicanos arriesguen sus vidas arriba de este tren de carga, no de pasajeros”, dijo el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong.
El funcionario añadió que esa medida es parte del anuncio del Presidente Enrique Peña Nieto de una reforma integral para la atención de la migración en la frontera sur.
Los migrantes llaman “La Bestia” a ese tren por la dureza de su trayecto, ya que tienen que montarse en marcha, con el riesgo de caerse y sufrir amputaciones, y viajan todo el recorrido sobre el techo de los vagones o en los huecos que encuentran.
La mayoría de los viajeros son centroamericanos que van rumbo a Estados Unidos y que también tienen que hacer frente a las extorsiones de grupos criminales y hasta de algunas autoridades.
De acuerdo con informes oficiales, en los últimos seis meses “La Bestia” se ha descarrilado varias veces, la más reciente fue el pasado 9 de julio.
También el 3 de julio se produjo otro descarrilamiento que dejó como saldo un migrante muerto y otro herido al caer a las vías.
“Eso que ven cotidianamente en las imágenes dejará de pasar porque es una decisión del Estado mexicano”, remarcó Chong.
Permiso en México
De igual manera, el funcionario reiteró que como parte de la estrategia gubernamental para controlar el flujo de indocumentados por la frontera sur, los centroamericanos que no tengan permiso para estar en México van a ser regresados a su país.
La medida aplica para los estados mexicanos de Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Tabasco, informaron las autoridades.
En ese sentido, Chong anunció la creación de la Coordinación del Gobierno Federal para la Frontera Sur que se ocupará de regular lo que sucede con los migrantes centroamericanos que entran a México para ir a los Estados Unidos. —AGENCIAS