Cambio de época en España

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La Selecta realizó su primer entreno en Estados Unidos, para los juegos amistosos contra Costa de Marfil (miércoles) y ante España (sábado). Foto EDH

/ Foto Por Víctor Zelada Uceda

Por Por Gerardo Torres

2014-06-02 8:00:00

No eran ni siquiera las 11 de la mañana cuando la programación habitual de la televisión española era interrumpida por una transmisión en directo en la que el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, anunciaba que el rey Juan Carlos I había abdicado del trono. Los periodistas de los distintos medios de comunicación nunca se imaginaron que ese lunes, en el que se dirigían a trabajar un poco adormecidos, la historia cambiaría y ellos tendrían que informar a la población sobre un suceso histórico sin haberse preparado de antemano.

Sin duda alguna, el 2 de junio de 2014 será recordado en España como el día en que abdico un rey que nació durante la dictadura franquista, pero que condujo a España a la democracia. Juan Carlos I reinó durante 39 años. Ha tenido, como todo líder, momentos buenos y malos, pero la gran mayoría le agradece el importante papel que desempeñó durante la transición española y su freno al golpe de estado del 23 de febrero de 1981. Además de esto, don Juan Carlos ha llevado la marca España a los distintas naciones con gran dignidad y ha sido capaz de convencer a muchos inversionistas para que apuesten por su país. No obstante, la popularidad de la Corona ha decaído mucho en los últimos años y algunas voces han empezado a exigir la abolición de la monarquía. Los sucesos que más han afectado la imagen del rey, y de todo su entorno, han sido la imputación de su yerno, Iñaki Urdangarín, por malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales, y el accidente de cadera que sufrió el ya exrey, en 2012, durante una cacería de elefantes en Botsuana, justo cuando España pasaba una de los episodios más duros de la crisis económica.

No obstante, no está claro el porqué de la abdicación de don Juan Carlos. Hay muchas teorías (su delicado estado de salud, los resultados de las elecciones europeas, su baja popularidad, etc.), pero ninguna parece contar toda la verdad. Lo que sí parece un hecho es que su hijo, Felipe de Borbón, será el nuevo rey. La lógica indica que los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, se pondrán de acuerdo y aprobarán una ley orgánica para regular la sucesión, aunque algunos sectores del PSOE exigen a su partido que se niegue a pactar con el PP y que promueva un referéndum para saber si los españoles aún quieren que España siga siendo una monarquía constitucional. Pero parece que el PSOE no escuchará a estos miembros de su partido y le dará un voto de confianza al príncipe de Asturias para que se convierta en el rey Felipe VI.

No hay duda de que el futuro rey de España se ha esmerado en prepararse bien para el cargo. Ha recibido una excelente educación y se ha convertido en un gran diplomático, recorriendo diversos países para forjarse un nombre entre la comunidad internacional. Ha asistido a la mayorías de tomas de posesión de los presidentes de Latinoamérica, el hecho de que estuvo en la de Salvador Sánchez Cerén lo prueba, y ha intentado buscar alianzas comerciales y políticas con los países con los que comparte idioma. Además, ha intentando ser una figura cercana a las necesidades de su pueblo, y su popularidad en las encuestas demuestra que ha triunfado. Sin embargo, su reto es enorme, debe demostrar que la Corona aún es útil en España y que, a pesar de no haber sido electo en las urnas, se ha preparado y ejerce mejor su cargo que la mayoría de los políticos españoles. Si lo hace mal, Felipe VI podría ser el último rey de España, pero si lo hace bien, parece que la historia continuará.

*Filósofo y periodista radicado en España.