El papa Francisco denunció el martes por segundo día consecutivo a los políticos, empresarios y sacerdotes corruptos, intensificando sus críticas en momentos en que la justicia castiga una serie de escándalos de sobornos en casos de proyectos públicos en Italia.
El pontífice aludió a los titulares de los casos de corrupción en su homilía matutina, diciendo que los pobres son los más perjudicados por dichos delitos puesto que padecen cuando los hospitales no tienen medicamentos accesibles o cuando las escuelas carecen de material educativo.
“Los políticos corruptos, los empresarios corruptos, los sacerdotes corruptos: los tres perjudican a los inocentes, los pobres, porque son los pobres los que pagan las fiestas de los corruptos”, afirmó. “Ellos pagan la cuenta”.
El papa dijo que la única salida para los explotadores es pedir perdón y devolver los bienes malhabidos.
La cuestión no es nueva para Francisco. Como arzobispo de Buenos Aires, Francisco solía fustigar la corrupción y en 2005 publicó un folleto, “Corrupción y pecado”, que reprodujo un artículo que había escrito originalmente en 1991.
El martes cinco personas, incluso un funcionario en el ministerio de Cultura de Italia, fueron arrestadas en un caso de soborno en la reconstrucción del centro histórico de L’Aquila, que resultó devastado por un terremoto en 2009.
Este mes, el alcalde de Venecia y más de 30 personas fueron arrestadas en otro caso de corrupción sobre un fondo de 25 millones de euros (34 millones de dólares) utilizado para financiar campañas políticas que salieron de las arcas públicas del proyecto de construcción de barreras submarinas para proteger Venecia de las inundaciones.
Y el mes pasado siete personas, incluso expolíticos, fueron arrestadas en otro caso de corrupción por el empleo de material de segunda categoría para la infraestructura de la feria mundial de Milán, la Expo 2015.