El papa Francisco ofició una ceremonia religiosa en el Vaticano hoy, en su primera aparición en público tras la cancelación de una visita a un hospital de Roma hace un par de días que generó preocupaciones sobre su salud.
El pontífice, de 77 años, mostró una imagen saludable mientras celebraba una misa de dos horas en la basílica de San Pedro en el día en el que la Iglesia católica conmemora el martirio de San Pedro y San Pablo.
El viernes pasado, canceló una visita a pacientes del hospital romano de Gemelli tan solo unos minutos antes de su comienzo, debido a lo que el Vaticano denominó una “repentina indisposición”.
En su homilía, Francisco dijo que los obispos no deberían buscar la gratificación cultivando las relaciones con “los que ostentan el poder mundial”, sino buscando su seguridad personal en su vocación de ayudar a los pobres.
También entregó a 24 arzobispos designados recientemente un ornamento conocido como palio, que consiste en una faja circular que se lleva sobre los hombros y simboliza la unidad con el papa.
Tras la misa, hizo su habitual aparición a mediodía ante la multitud congregada en la plaza de San Pedro y apeló al diálogo para acabar con el conflicto en Irak.