General Motors se replantea seguir en Venezuela al no ver fin a crisis

Alto directivo de GM indica que Venezuela no funciona con normalidad desde los últimos meses

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elsalvador.com

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2014-04-24 9:00:00

VENEZUELA. General Motors (GM) advirtió ayer que no ve una “resolución” a corto plazo a la situación en Venezuela, donde se ha visto obligado a suspender la producción de vehículos por las dificultades de obtener suministros, y reconoció que está “valorando” sus opciones.

Chuck Stevens, director financiero de GM, también dijo ayer al anunciar los resultados de la empresa en el primer trimestre que la situación en el conjunto de Suramérica “es más débil” de lo previsto hace tres meses y que ahora el fabricante no espera que los resultados del mercado mejoren los conseguidos en 2013.

“Nuestra previsión a principios de año era que Suramérica mejoraría con respecto al año pasado. Eso no va a pasar. No vamos a tener una mejora anual en Suramérica. No vemos resolución en Venezuela en el corto plazo”, dijo Stevens durante una conferencia telefónica con analistas financieros.

GM dijo ayer que sus ingresos en la región se redujeron un 18 % durante el primer trimestre y se situaron en $3,025 millones. La empresa asumió un cargo de $400 millones por la devaluación del bolívar venezolano y la suspensión de su producción en el país.

Las pérdidas antes de intereses e impuestos de Suramérica durante el periodo ascendieron a $200 millones.

“Nos gusta Venezuela cuando funciona con normalidad. No ha estado funcionando con normalidad desde los últimos tres trimestres. Obviamente eso ha impactado nuestros resultados. No vemos una resolución en el corto plazo”, explicó Stevens.

“Seguimos trabajando estrechamente a través del Gobierno brasileño y también directamente con el venezolano para tratar de determinar cuándo las cosas volverán a algún nivel de normalidad que permita producir y vender vehículos”, continuó.

“Puede ser un mercado muy constructivo. Estamos valorando nuestras opciones muy cuidadosamente. Si hay una oportunidad en el futuro de un cierto negocio normal, desde luego no queremos abandonar para luego volver. Eso se ha demostrado que no es un buen resultado. Pero tenemos que seguir vigilándolo”, acotó.

Más empresas en riesgo

Por años los centros comerciales le han permitido a los venezolanos vivir en una burbuja de opulencia y tener un refugio seguro contra la creciente delincuencia, pero hoy enfrentan el riesgo de desaparecer ante las serias dificultades económicas que padece el país petrolero y unas nuevas regulaciones de los alquileres.

Lejos de verse abarrotados como hasta hace poco tiempo, los centros hoy muestran una desoladora cara con algunos locales cerrados y comercios con estantes vacíos en los que solo pululan aburridos vendedores que matan el tiempo leyendo, navegando por el Internet o charlando con sus colegas.

La falta de mercancía, generada por problemas con las importaciones y retrasos en la venta de divisas oficiales, ha obligado a muchos comerciantes a hacer malabarismos y espaciar la distribución de sus productos en las vitrinas para tratar de darle vida a sus tiendas y disimular la recesión que enfrentan.

La escasez de productos que enfrentan algunas tiendas tiene que ver con una decisión de noviembre pasado del presidente Nicolás Maduro de rebajar los precios en más de 30 % para tratar de combatir la galopante inflación, que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 57.3 %.

Mientras que los precios al consumidor en Venezuela subieron un 4.1 % en marzo, dijo ayer el Banco Central, que achacó el alza a una “guerra económica”.—AGENCIAS.