El Centro de Detención del Noroeste cerró varias áreas donde viven delincuentes violentos como precaución en medio de una huelga de hambre de detenidos que protestan por el trato que reciben y piden poner fin a las deportaciones.
La Policía de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dijo que unos 330 detenidos se negaron a almorzar el domingo. La entidad dijo el sábado que unos 750 detenidos se negaron a comer.
El cierre de las áreas de los detenidos de Nivel 1, los que tienen antecedentes de violencia, significa una mayor supervisión y la restricción de ciertos requisitos, como acceso a teléfonos celulares, dijo el ICE, que agregó que no podía informar del número de detenidos afectados por la medida porque todavía tienen “acceso controlado” a instalaciones médicas e higiénicas.
Mientras tanto, activistas por los derechos de los inmigrantes dicen que un grupo de más de 20 detenidos fueron separados en una pequeña habitación. Los activistas piensan que es en represalia por el ayuno, que comenzó el viernes.
La abogada Sandy Restrepo dijo que la esposa de un detenido habló brevemente con su esposo el sábado que el hombre le dijo 1ue él y otros fueron confinados a una celda sin baño ni espacio para moverse.
Andrew Muñoz, portavoz del ICE, dijo que no podía confirmar de inmediato ese reporte.
El centro alberga a casi 1.300 personas bajo investigación para su posible deportación.