El misterio y la angustia crecen cada vez más entre los familiares de los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines MH370 que desapareció el sábado mientras cubría la ruta Kuala Lumpur-Pekin.
“Esta mañana, alrededor de las 11.40 h, he llamado dos veces al número de mi hermano mayor y me dio señal de llamada”, declaró Bian Liangwei, hermano de uno de los pasajeros, quien señaló que a las 14 horas volvió a llamar y de nuevo oyó el tono, según informó el diario español La Vanguardia.
Liangwei exigió a las autoridades que intenten localizar la posición del teléfono móvil y manifestó su esperanza al señalar que todavía existe alguna posibilidad de que estén con vida.
Quizá sea la única luz de esperanza que todavía alberga entre los familiares de las 239 personas desaparecidos. La policía sigue trabajando pero hasta el momento no hay ninguna pista. El Ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, reconoció que “el incidente sigue bajo investigación” y que es demasiado pronto para establecer conclusiones.
No se descarta ninguna hipótesis, desde una repentina explosión por problemas técnicos, una bomba, un secuestro o incluso un suicidio del piloto. Además, según informaron medios internacionales, el director de la CIA, John Brennam, aseguró este martes que no se puede “descartar ninguna teoría”.
Sin éxito, más de 40 aviones y barcos de 10 países rastrearon las aguas entre la costa oriental de Malasia y Vietnam.
China, país de donde provenían dos tercios de los pasajeros que envió cuatro barcos de ayuda y otros cuatro están de camino, presionó a la compañía aérea para que acelere el proceso. Asimismo, la gran potencia asiática desplegó 10 satélites para tomar imágenes de la superficie de la Tierra. Mientras tanto, Vietnam rastrea sus junglas y zonas montañosas.