El gobierno de Nicaragua mantiene un silencio total ante los insistentes rumores sobre un supuesto deceso del presidente Daniel Ortega, de 68 años. Aunque no es la primera vez que se especula sobre la posible muerte del mandatario nicaragüense, en esta ocasión han sido más persistentes debido a que Ortega, que podría tener problemas de salud, lleva 10 días sin dejarse ver en público.
A esto hay que sumarle el hecho de que el gobierno sandinista suspendió de forma repentina la visita del presidente del Ecuador, Rafael Correa, planeada para el jueves de la semana anterior.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, dijo en Quito que el viaje de Correa fue cancelado a solicitud del gobierno de Nicaragua y debido a “factores internos” del país centroamericano, que no fueron revelados. El gobierno de Managua ni siquiera se refirió al caso.
También la semana pasada el gobierno suspendió sin dar explicaciones, un acto político por el aniversario de la insurrección guerrillera de Monimbó, en la vecina provincia de Masaya, al que Ortega asistiría como lo venía haciendo anualmente.
Ortega no sólo no viajó a Monimbó para recordar la caída en combate de su hermano Camilo en 1978, como se había anunciado, sino que la concentración popular también fue cancelada.
La ausencia de información oficial ha multiplicado la ola de rumores en las redes sociales, donde nicaragüenses dentro y fuera del país se preguntan qué sucede con el comandante, cuya última aparición pública fue el 21 de febrero, para conmemorar el 80 aniversario de la muerte del patriota Augusto Sandino.
A través de Twitter y Facebook se ha difundido el rumor de que Ortega habría muerto “hace varios días” en un hospital de La Habana, ciudad donde falleció hace casi un año su amigo y aliado el ex presidente venezolano Hugo Chávez. Algunos incluso aventuran el día en el que se dará a conocer la noticia: el 5 de marzo.