Venezuela: marchas a favor y contra el gobierno

Al filo del mediodía unas seis cuadras de manifestantes opositores avanzaron por las calles del este de Caracas para condenar lo que consideran como la "injerencia" del gobierno cubano en Venezuela.

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elsalvador.com

Por AP

2014-03-16 4:20:00

Venezuela cerró este domingo con decenas de miles de ciudadanos volcados a las calles marchando, sea para defender al gobierno o para protestar en contra de él, una dinámica que lleva ya más de un mes.

Al filo del mediodía unas seis cuadras de manifestantes opositores avanzaron por las calles del este de Caracas para condenar lo que consideran como la “injerencia” del gobierno cubano en Venezuela.

Muchos portaban banderas nacionales y pancartas en las que se podía leer lemas como “Cuba vete ya”, “No a la cubanización de Venezuela” y “Fuera Cuba de las Fuerzas Armadas”.

“Ya basta que Cuba se crean los dueños de Venezuela”, dijo a la AP el estudiante de 21 años, Carlos Martínez. “Si él (Maduro) no puede (gobernar), lo que tiene que hacer es renunciar”.

Venezuela y Cuba desarrollaron estrechas relaciones durante los 14 años del gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez.

La nación sudamericana envía más de 100.000 barriles de petróleo diarios en condiciones preferenciales de pago a la isla, que a su vez oferta apoyo de varios miles de cubanos que laboran en territorio venezolano en el área de salud, educación, y deporte.

La oposición venezolana acusó a los dirigentes cubanos de ejercer influencia tras bambalinas en el gobierno y las fuerzas armadas.

“Le pagan a los hermanos Castro (el presidente Raúl y el ex mandatario Fidel) 14 millones de dólares diarios para que nos manden por lo menos 45.000 agentes que están metidos en las instituciones claves para supuestamente resguardar y asegurar la soberanía nacional”, comentó a periodistas el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.

Se desconoce la cantidad de asesores cubanos que supuestamente podrían estar en Venezuela aparte de los galenos y otros técnicos más bien abocados a programas sociales.

En contrapartida, las autoridades organizaron una manifestación de apoyo a la gestión de Maduro, para resaltar especialmente los programas sociales de alimentación popular.

Unas ocho cuadras de personas avanzaron por la céntrica Avenida Urdaneta con carteles que recodaban al fallecido mandatario Hugo Chávez y consignas de apoyo a la revolución bolivariana.

“Todos los que marchamos acá somos venezolanos, nacidos en esta patria”, dijo a la AP, Carlos Oropeza, de 40 años y quien se sumó a la marcha de simpatizantes del gobierno y rechazó la injerencia cubana.

Vestido de sudadera roja y con una bandera venezolana, Oropeza fue uno entre miles de manifestantes que al ritmo de batucadas, tambores y silbatos salieron a las calles este domingo para demostrar su simpatía por el gobierno.

El sábado por la noche, Maduro pidió el apoyo a ciudadanos en un discurso y anunció prontas acciones en “el campo policial” y terminar con manifestaciones que dejaron unos 25 muertos en un mes, según informó la fiscalía.

El mandatario no especificó cuánto tiempo dará a los opositores para levantar sus cortes de calles y “guarimbas”, como se llamó aquí a las barricadas.

Hasta ahora los choques se dieron entre manifestantes opositores al gobierno, civiles armados y fuerzas del orden.

Este domingo Maduro cerró la marcha de sus partidarios con un discurso.

Mientras, en la ciudad de Valencia en la costa central del país se produjo una marcha pacífica opositora y que culmino en la barriada de clase media del Mañongo, donde el pasado miércoles se produjeron violentos enfrentamientos entre ambos bandos y resultó muerto de un disparo un capitán de la guardia nacional.

El bloque oficialista que lidera Maduro, y que ganó fácilmente las elecciones municipales en diciembre, no muestra signos de colapsar.

Desde el 12 de febrero, jóvenes y opositores, esencialmente de clase media, protagonizaron manifestaciones callejeras en protesta por la inflación —que en enero fue de 57% anual— el desabastecimiento de bienes básicos, largas colas para comprar algunos artículos.

El presidente acusa a la oposición de tratar de instigar su derrocamiento, pero su partido controla el poder legislativo y judicial, conserva el apoyo de los militares y todos los gobernadores del país son oficialistas, salvo en tres estados.