Hacerse el muerto, coartada del capo mexicano “El Chayo”

Al momento de su primera muerte Nazario Moreno era considerado el líder máximo de La Familia, que en los siguientes meses sufrió divisiones internas y dio paso a la conformación de Los Caballeros Templarios

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elsalvador.com

Por AP

2014-03-10 2:00:00

Luego de ser declarado muerto por primera vez en 2010, el máximo líder del cartel Los Caballeros Templarios pudo aprovechar esa creencia para armar una coartada y operar desde las sombras al grupo de narcotráfico que por años ha asolado el occidente de México, según autoridades federales.

Nazario Moreno González, alias “El Chayo”, fue dado por muerto hace más de tres años por el gobierno anterior, pero la administración del presidente Enrique Peña Nieto informó el domingo que en realidad estuvo con vida todo ese tiempo hasta la víspera, cuando murió en un enfrentamiento con soldados y marinos en el estado occidental de Michoacán.

Alfredo Castillo, comisionado federal para la seguridad en Michoacán, dijo el lunes a la cadena Televisa que al parecer Moreno quedó herido en 2010. Comentó que “pudo haber sido una coartada en cuanto a que posiblemente haya quedado herido”, aunque la información que se difundió fuera que había fallecido.

“El primer beneficiado de estar en el anonimato era él y siguió jugando con este juego”, añadió.

A diferencia de 2010, cuando el gobierno federal anunció la muerte del capo sólo con base en indicios, las actuales autoridades dicen que tienen en su poder el cuerpo de Moreno y que fue identificado de manera inicial por sus huellas dactilares.

Al momento de su primera muerte Moreno era considerado el líder máximo de La Familia, que en los siguientes meses sufrió divisiones internas y dio paso a la conformación de Los Caballeros Templarios.

Ambos carteles predicaban doctrinas religiosas y morales mientras traficaban metanfetaminas a Estados Unidos y eran acusados de asesinatos, secuestros y extorsiones.

En declaraciones a Milenio televisión, el propio Castillo dijo que desde hace tiempo “era un secreto a voces” que Moreno seguía vivo. Sin embargo, dijo que las únicas pruebas que habían recibido eran los dichos de la propia gente, retratos hablados que hacían a las autoridades e incluso “alguna fotografía muy de lejos” en la que se aseguraba que aparecía el hombre.

Alejando Poiré, el exfuncionario del gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-2012) que dio a conocer el 10 de diciembre de 2010 la supuesta muerte de Moreno, señaló el domingo en un comunicado que la información divulgada ahora reflejó que los datos que usó para hacer aquel anuncio “no fueron lo suficientemente precisos”.

En el último año la violencia, amenazas y extorsiones de Los Caballeros Templarios propiciaron que ciudadanos de ese estado se organizaran en grupos de autodefensas para enfrentar al cartel.

En todo momento sostuvieron que “El Chayo” seguía con vida e incluso habían puesto como condición para desarmarse que las autoridades lo detuvieran tanto a él como a otros líderes del cartel. Algunos ya han sido capturados, pero aún faltan otros más.

“Siempre lo habíamos manifestado (que estaba vivo)”, dijo el lunes a The Associated Press Estanislao Beltrán, portavoz de las autodefensas, quien dijo que gente había referido haberlo visto en fiestas y peleas de gallos.

Para Beltrán, su primera muerte “era una artimaña que usaban (Los Caballeros Templarios) para ocultar su realidad… para engañar al gobierno”.

Moreno, según ha dicho ahora el gobierno, estaba a la cabeza de la organización y por encima de quien era visto por muchos como el líder, Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, un hombre que suele enviar video mensajes por internet y quien aún sigue sin ser capturado.

La muerte de “El Chayo” se suma a la captura del 22 de febrero del capo de las drogas más poderoso de México, Joaquín “El Chapo ” Guzmán, quien fue detenido en el puerto turístico del Pacífico de Mazatlán 13 años después de haber escapado de una prisión de máxima seguridad. Otro capo que fue detenido el verano pasado fue el jefe de los Zetas, Miguel Ángel Treviño.