Seguridad nacional fue excusa para mermar libre información en 2013

RSF critica la polarización y el clima de "agresión" en Venezuela

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elsalvador.com

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2014-02-12 7:00:00

PARÍS. La libertad de prensa en 2013 se vio mermada por el impacto de los conflictos sobre los medios de comunicación y una interpretación “abusiva” del concepto de protección nacional, indicó Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su informe anual.

La clasificación con la que ha valorado la libertad de informar en 180 países muestra un nuevo empeoramiento de la situación y un daño importante en países que según la ONG presumen de democráticos, como EE.UU.

La libertad de prensa fue deficiente en América latina, especialmente en Cuba, México, Colombia, Guatemala, Venezuela y Brasil, según el informe.

Ningún país de América Latina figura entre los 20 primeros puestos de la lista mundial de países con mayor libertad de prensa, encabezada principalmente por naciones europeas, aunque Costa Rica y Uruguay entran en los lugares 21 y 26, respectivamente.

“La clasificación de ciertos países, incluyendo las democracias, se ve ampliamente afectada este año por una interpretación demasiado amplia y abusiva del concepto de protección de la seguridad nacional”, advierte Lucie Morillon, directora de investigación de RSF.

La degradación es particularmente importante en países como Guatemala, que cayó vertiginosamente 29 puestos con relación a 2013 debido a “una neta agravación de la situación de seguridad de los periodistas”, con una duplicación de la cantidad de agresiones con relación al año anterior y cuatro asesinatos.

La violencia, los casos de censura directa y los abusos de procedimiento disminuyeron en cambio en Panamá, que subió 25 puestos en la lista de RSF, República Dominicana (+13 puestos), Bolivia (+16) y Ecuador (+25), aunque en este último país “el grado de polarización no deja de ser elevado y a menudo perjudicial para el debate público”.

En Perú y Colombia, “la cobertura del narcotráfico, la corrupción y los conflictos de propiedad de tierras o minería exponen fuertemente a los periodistas a represalias”.

En México, RSF denuncia la acción de organizaciones criminales como Los Zetas “que actúan con la complicidad de autoridades locales, a veces federales, corruptas”.

Con cinco periodistas muertos en 2013, Brasil arrebató a México el siniestro rango de país más mortífero del continente para la profesión.

La fuerte represión policial registrada en 2013 en Brasil afectó además a los actores de la información durante la “primavera brasileña”.

RSF deplora la polarización y el clima de “agresión e invectivas” en Venezuela y la falta de libertad en Cuba, “que no tolera ningún contrapoder independiente”, aunque observa que en la isla se observa la emergencia “de una sociedad civil que cuestiona el modelo” oficial.

Eritrea, Corea del Norte, Turkmenistán y Siria, el país más peligroso del mundo para los reporteros, cierran la lista mundial entre los peores alumnos, donde la libertad de informar es casi inexistente.

Siria, tachado como “el país más peligroso para la prensa”, repite el puesto 177, y es ejemplo de la correlación entre los conflictos armados y la libertad de información, y de cómo los medios constituyen “blancos estratégicos” para ambos bandos en un contexto de inestabilidad.

Pero lejos de esos focos de violencia, “en países que se jactan de ser un Estado de Derecho”, la ONG ha constatado cómo el argumento de la seguridad pública se ha usado abusivamente para restringir la libertad de información y cercenar los avances democráticos.

Entre ellos, se alza como protagonista EE. UU. (46º), que ha caído 13 puestos en un año en que, según Morillon, “las fuentes de los periodistas han estado más en peligro que nunca”, como lo demuestra que el exanalista externo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, deba responder ante la Justicia por cargos de espionaje.

“La cuestión de proteger la seguridad nacional no es una tendencia completamente nueva, pero ha cobrado proporciones más importantes, y es algo que no solo supone un problema para los periodistas de EE.UU., sino que da mal ejemplo a otros países que usan ese argumento para restringir el acceso a la información”, añade la experta.

—AGENCIAS