El ciudadano hispano venezolano Wilder Carballo Amaya, fallecido el lunes en Venezuela al recibir un disparo en la cabeza durante unas protestas, era muy conocido en la comunidad canaria de la zona, donde su mujer preside la asociación regional Virgen de Candelaria en Cagua.
El viceconsejero de Acción Exterior del Gobierno de Canarias, Cándido Padrón, confirmó a Efe que Carballo nació en Venezuela hace 43 años, pero sus padres proceden del municipio tinerfeño de La Orotava.
Al parecer Wilder Carballo, que regentaba negocios de hostelería, no se encontraba en la protesta, sino que salió de su casa durante el paso de la manifestación y recibió un disparo en la cabeza, procedente de una bala perdida.
La muerte de Carballo, que será enterrado hoy en Cagua, en el estado de Aragua, ocasionó un hondo impacto en la comunidad canaria en Venezuela, formada, según dijo Padrón, por unas 80.000 personas, aunque podrían alcanzar unas 250.000 si se suman a los descendientes de canarios.
El viceconsejero indicó que, no obstante, cualquier muerte que se produzca resulta muy dolorosa y especificó que a pesar de la situación del país, no se produjo un incremento de personas canarias o de origen canario que quieran abandonar Venezuela.
Padrón señaló que los canarios de origen tienen cierta edad, conocen el país y “saben como moverse”, pero al Gobierno de Canarias le preocupan los más jóvenes por su participación más activa en las protestas de un lado o de otro.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, confirmó hoy la muerte de un ciudadano español y señaló que el fallecido no formaba parte de la manifestación pero resultó mortalmente “alcanzado”.
El ministro afirmó que tanto la Embajada española como el Consulado están “en contacto permanente” con la familia y se pusieron en contacto con las autoridades venezolanas para pedir el esclarecimiento del fallecimiento.