MÉXICO. Tras la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera el cártel de Sinaloa aún cuenta con dos importantes cabecillas que dirigen la organización Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, e Ismael Zambada García, El Mayo.
Desde 2004, el Departamento de Estado y la DEA ofrecían hasta $5 millones por la captura de El Chapo, que fue detenido en Guatemala en 1993 pero, tras ser entregado a su país de origen, escapó de una prisión mexicana en enero de 2001.
El cártel del capo contrabandeó miles de millones de dólares a EE. UU. en cocaína, marihuana y metanfetaminas, además de protagonizar sangrientas batallas con otras bandas criminales mexicanas.
Tras la captura del capo, la Procuraduría General de la República afirma que Juan José Esparragoza es el principal socio de El Chapo y gran parte de las estrategias, alianzas y contactos en la frontera con los EE. UU. son de este personaje que lleva décadas en el mundo del narcotráfico.
Es por ello que El Azul es uno de los personajes más buscados por parte del gobierno mexicano ya que por él hay una recompensa similar a la que tenía El Chapo Guzmán, unos $2,257,086.
Otro de los jefes de la organización es Ismael Zambada García, alias El Mayo, uno de los narcos con más bajo perfil en sus operaciones y contactos, este hombre de hecho empezó su carrera con Ernesto Fonseca Carrillo uno de los primeros capos de los cárteles mexicanos. Por El Mayo hay recompensa de $2,257,086.
Se presume que con la captura de El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada se convierta en el jefe de la organización en tanto que El Azul se convertiría en su principal socio y operador en el trasiego de drogas hacia los Estados Unidos.
Ismael Zambada García nació el 1 de enero de 1948 en la comunidad de El Álamo, municipio de Culiacán, Sinaloa.
Otro de los hombres claves dentro de la organización es José Antonio Cueto López este hombre de acuerdo con la PGR es uno de los responsables de contactar a la organización criminal con varios servidores públicos y sobornarlos.
Finalmente dentro de esta estructura se encuentra Francisco Javier Jiménez Sánchez exagente federal por el cual se ofrecen $752,362 y quien se presume ayuda a la organización que dirige El Chapo.
De acuerdo con la Drug Enforcement Administration (DEA) junto con esta estructura se encuentran otros personajes claves dentro del cártel del Pacífico, y ellos son los hijos del Chapo Guzmán, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán, este último “desempeña el papel más significativo en las actividades de tráfico de drogas de su padre”, pues tiene el control de diversas regiones y rutas de la droga que trafica la organización.
Junto con ellos también asegura la DEA se encuentra Ismael Zambada Ortiz hijo de El Mayo y Juan José Esparragoza Gastelum hijo de El Azul que controlan el trasiego de la droga en la frontera norte y se encargan del lavado de dinero del cártel.
Los expertos en crimen organizado alertan: el cártel de Sinaloa está lejos de ser destruido si no se atacan sus finanzas, al resto de jefes y a los empresarios y políticos que lo apoyan.
“Es posible que el mismo capo haya designado y entrenado a alguien para sucederle en caso de que fuera capturado porque los cárteles son células y cada uno tiene su dirigencia”, observó José Fernández Santillán, investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
La captura de altos capos suele conllevar un incremento de la violencia, generalmente por luchas de liderazgo, pero en este caso los expertos consultados por elmundo.es consideran que no será interna sino con grupos rivales, no tendrá los niveles del pasado y posiblemente solo se dé en ciertos puntos y en relación al control del transporte de droga a EE. UU.
“La violencia extraordinaria ya la hemos tenido cuando los Beltrán Leyva se separaron de Sinaloa o cuando se inició la guerra de El Chapo contra Los Zetas pero ahora la gente de Guzmán va ganando y sobre todo Los Zetas están extraordinariamente diezmados”, explica el extitular de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada, Samuel González.
No obstante, el analista cree se podrá ver afectado temporalmente el tránsito de estupefacientes hacia el norte aunque no la situación de los dos puntos más explosivos del país en estos momentos, Michoacán y Guerrero.
Aunque hay quien sí apuesta porque el cártel de Sinaloa se debilite con luchas internas, González y el investigador de la universidad de Columbia, Edgardo Buscaglia no lo ven así. Argumentan que este grupo funciona como una especie de multinacional perfectamente organizada con una especie de consejo de administración donde se resolverá cómo sustituir al Chapo.
“En lo que respecta a los capos encarcelados, muertos o extraditados, sus reemplazos están listos”, decía abiertamente el número dos del grupo criminal, Ismael “El Mayo” Zambada en una entrevista de 2010 con la revista Proceso. —AGENCIAS