WASHINGTON. El Gobierno de EE.UU. condenó ayer el ataque con coche bomba que dejó al menos cuatro muertos y 65 heridos en el sur de Beirut, expresó su apoyo a las fuerzas de seguridad del país y urgió a evitar acciones que puedan generar una escalada de la violencia.
“Estados Unidos condena en los términos más rotundos el ataque terrorista en la región de Haret Hareik en el sur de Beirut”, dijo una portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, en su conferencia de prensa diaria.
La región del ataque es considerado un feudo del grupo terrorista chií libanés Hizbolá.
“Urgimos a todas las partes a abstenerse de llevar a cabo actos de represalia que provocarían una escalada aún mayor de la tensión y amenazarían la estabilidad de Líbano y las vidas del pueblo libanés. Se debe permitir al pueblo libanés seguir adelante con sus vidas libres del temor a ataques”, agregó.
La portavoz aseguró no tener información sobre los responsables de la explosión que tiene lugar apenas seis días después de que otro coche bomba provocara en Beirut la muerte de siete personas, entre ellos el exministro libanés de Finanzas Mohamed Chatar, y heridas a 65.
Asimismo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó firmemente el ataque y llamó a la cooperación con las fuerzas de seguridad para frenar la “profundamente preocupante escalada de violencia” en Líbano.
Ban manifestó sus condolencias a las familias de las víctimas. —AGENCIAS