Fortuna oculta

El periódico español El País publica junto a otros medios sobre los paraísos fiscales del régimen chino

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por

2014-01-22 9:00:00

Los familiares directos, políticos, además de empresarios vinculados al régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) se enriquecieron durante años y ocultaron sus fortunas en las Islas Vírgenes Británicas. Así lo publica el periódico español El País en un amplio reportaje que realizó junto a otros medios internacionales con documentos obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

“Familiares directos de mandatarios del régimen comunista chino, incluido el presidente Xi Jinping, empresarios, miembros de la Asamblea Popular China y compañías estatales, entre ellas poderosas firmas petroleras, han mantenido una importante y oculta actividad en paraísos fiscales”, dice en la edición impresa del diario español que junto a otros 17 medios tuvieron acceso a millones de archivos secretos.

Esos documentos revelan el entramado donde la élite del régimen chino ha amasado una millonaria fortuna a espaldas del pueblo mediante empresas creadas con ese fin.

Según El País, hay 13 miembros de la “nobleza roja” en esa red que son parientes de dirigentes chinos.

“Entre ellos destacan el cuñado del presidente chino, el hijo y el yerno del anterior primer ministro, Wen Jiabao; la hija de su antecesor, Li Peng; un yerno del fallecido líder supremo Deng Xiaoping; o el nieto del legendario comandante de la revolución Su Yu”, indica la publicación.

Además, afirma que en los registros hay 16 magnates empresariales y empresas estatales, cuyas cuentas estaban ocultas en las Islas Vírgenes Británicas.

“Muchos son protagonistas de la vertiginosa efervescencia económica experimentada por China en las dos últimas décadas”, apunta el diario y detalla el caso del chino fundador del coloso de la mensajería digital, Ma Huateng, cuya empresa Tencent, ha acumulado una fortuna estimada en 10,100 millones de dólares.

Los registros de estas sociedades opacas, analizados en colaboración con el consorcio periodístico, proceden de una filtración de más de dos millones de archivos de dos gestoras (Portcullis TrustNet y Commonwealth Trust) que operan en dichas islas, agrega el medio.

La elección de este archipiélago del Caribe por parte de la élite china no es extraña: el territorio británico de ultramar era el segundo inversor directo en China en 2010 —año hasta el que figuran registros en la base de datos filtrada—, solo por detrás de Hong Kong. Con apenas 27 mil habitantes, tiene inscritas más de un millón de sociedades, el 40 % procedente de China, Hong Kong y Singapur, afirma el periódico.

“El examen de los datos evidencia cómo numerosos integrantes de la élite comunista han abierto sociedades “offshore” después de haber labrado enormes fortunas a la sombra del régimen”, consigna y también explica que en los últimos 30 años un sector “privilegiado” de china se ha enriquecido de forma “desmesurada” debido a su cercanía con el poder.

El régimen calla

El País asegura en su reportaje que ha estado en contacto directo con autoridades diplomáticas de China continental para contrastar la información acerca de los familiares de los mandatarios chinos mencionados en los documentos.

Sin embargo, sostiene, el Gobierno de Pekín ha declinado responder al medio, como lo ha hecho en otras ocasiones cuando han salido a la luz otras publicaciones.

El periódico explica que todo lo que se menciona en la publicación ha sido “comprobado” con documentos, de los cuales dispone de registros.

De acuerdo con el medio, los documentos contienen información desde principios de 2010 en los cuales se constata cómo las familias de los más “altos linajes comunistas” se han aprovechado de la opacidad de las Islas Vírgenes Británicas para enviar el dinero fuera de los circuitos habituales a través de empresas creadas por ellos mismos o de su participación en otras ya constituidas.

Según la investigación periodística eso les ha facilitado ocultar bienes y dinero del control oficial, debido a que en China se limita el movimiento de capital al extranjero a 50 mil dólares por habitante al año, pero también porque les ha permitido beneficiarse de los privilegios fiscales de Pekín a los inversores extranjeros.