Analistas: Venezuela, al borde de una escasez sin precedentes

Culpan a las trabas en el otorgamiento de divisas por parte del gobierno chavista

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elsalvador.com

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2014-01-29 7:00:00

CARACAS. No solo el papel higiénico y otros productos básicos escasean en Venezuela. Las panaderías lucen sus vitrinas vacías por la falta de harina de trigo, hay carencia de lácteos, falta hasta un 40 % de medicinas y hay desaparición de medicamentos genéricos con precios económicos, se suspendió la venta de boletos en aeropuertos y hubo cancelaciones de vuelos de líneas internacionales por deudas del gobierno, y lo último de esta cadena: la escasez de papel para los periódicos.

Venezuela está a las puertas de ingresar en un período de vacas flacas sin precedentes en su historia moderna, que condenará a los venezolanos a pasar más tiempo haciendo cola frente a los supermercados que disfrutando de los pocos productos que encontrarán en los anaqueles, así lo vaticinan expertos al comentar sobre las consecuencias de los planes del gobierno de Nicolás Maduro de restringir aún más el mercado cambiario.

“Lo que viene ahora es un racionamiento de la oferta del sector privado. Eso va a significar racionamiento de bienes y servicios”, comenta el analista y columnista David Morán a el Nuevo Herald.

“No van a aplicar la tarjeta de racionamiento cubana, pero sí van a comenzar a restringir el acceso a los productos con una diversa gama de mecanismos, como los ‘chips’ que están siendo aplicados para racionar la venta de gasolina en algunos estados, la implementación de horarios para realizar las compras”, explicó.

Y algunos productos simplemente van a pasar períodos sin aparecer en las tiendas, fenómeno que ya comenzó a suceder, dijo Morán.

“La escasez del aceite de maíz ya supera el 90 %. Está desaparecido casi totalmente de Venezuela”, agregó.

El que padezcan de una crisis de desabastecimiento, con proyecciones de que el índice de escasez podrían pasar del actual nivel de 20 % a 40 % para la segunda mitad del año, es una trágica ironía para los habitantes de un país que sigue disfrutando de bonanza petrolera.

Pero el modelo chavista, basado en la aplicación de políticas para incrementar el control del régimen sobre la actividad económica, ya no da más, en vista de la insuficiencia de la renta petrolera de satisfacer el enorme apetito fiscal de la Revolución Bolivariana, dice Francisco Ibarra, director de la firma de asesores Econométrica.

En países con alguna racionalidad en el manejo de su política petrolera, el gobierno aplicaría drásticas medidas para reducir el déficit, pero en Venezuela la conducción económica no es aplicada para fomentar el bienestar de los ciudadanos, sino para ejercer un mayor control político sobre la población, explicó Ibarra.

Actualmente, los esfuerzos del chavismo por ampliar su control sobre el sector privado están siendo aplicados, principalmente, a través las restricciones que impone al mercado cambiario, con el gobierno decidiendo cuáles empresas pueden tener acceso al tipo de cambio oficial.

Esos dólares son cruciales. En un país donde el aparato productivo ha sido atrofiado hasta la irrelevancia por 14 años de “políticas revolucionarias”, la importación de productos para revenderlos es una de las pocas actividades comerciales que siguen siendo viables.

Maduro dijo recientemente: “los dólares son del gobierno. Si sobran, bueno, daremos algunos, pero los dólares son nuestros, porque provienen de la renta petrolera, nos pertenecen en su totalidad”, explicó.

“Lo que ellos buscan no es otra cosa más que el control total del Estado sobre la vida de los individuos y, en particular, sobre la economía. De modo que para ellos la escasez no es un problema en sí mismo. El problema es ver cómo manejan políticamente esa escasez para ejercer más control”, advirtió Ibarra.

La oposición venezolana reclama que la situación de escasez de productos básicos en el país tiende a hacerse permanente pues, tras culminar un 2013 de “anaqueles vacíos”, no se ven mejorías para el año que comienza, tomando en cuenta que no hay cambios sustanciales en las políticas públicas.

La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) señaló que durante 2013 los venezolanos tuvieron que buscar y hacer filas “como nunca antes” para adquirir productos básicos como leche fresca y en polvo, harina de maíz, harina de trigo, azúcar, mantequilla, aceite, café, carne, pollo y otros productos alimenticios.

Resaltó que además de la escasez y el desabastecimiento, Venezuela cerró 2013 con inflación de 56.2 por ciento, “la más alta de América Latina y una de las más altas del mundo”.

Ese “decrecimiento” de la producción en el país tiene explicación, según la oposición, en las “rígidas” políticas de controles de precios a una serie de productos de primera necesidad desde hace más de 14 meses “que causan pérdidas y reducen los incentivos para producir”, opina la MUD.