Inmigrantes prefieren que paren las deportaciones

Les preocupa más trabajar y vivir tranquilos que tener un camino a la ciudadanía

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elsalvador.com

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2013-12-19 7:00:00

ESTADOS UNIDOS. En momentos en que la reforma de las leyes de inmigración está empantanada en el Congreso, hispanos y asiáticos dicen que detener las deportaciones es más importante para muchos de los 11 millones de personas que viven en el país sin autorización que tener una vía a la ciudadanía, concluye un nuevo estudio.

Los resultados de dos encuestas dados a conocer el jueves por el Centro Pew de Investigaciones sacan a la luz un potencial conflicto para dos grupos de minorías que el año pasado votaron abrumadoramente por el presidente Barack Obama, quien está bajo presión de los partidarios de la inmigración para que use sus poderes ejecutivos y detenga las deportaciones.

Una fuerte mayoría de hispanos y asiáticos siguen respaldando un camino a la ciudadanía, 89 % y 72 %, respectivamente.

Sin embargo, en una proporción de 55 % contra 35 %, los hispanos dijeron que poder vivir y trabajar en Estados Unidos legalmente sin la amenaza de la deportación es más importante. Entre los asiáticos, la proporción fue de 49 % a 44 %.

El mencionado 35 % considera que lo esencial es allanar el camino hacia la ciudadanía, de acuerdo con el informe.

El fantasma de la deportación, propia o de algún familiar o conocido, es el mayor temor para el 46 %, un porcentaje que se ha reducido respecto de 2010, donde ése era la alta preocupación para el 52 %.

Entre los dos grupos, los que no están naturalizados se muestran más inclinados a considerar más importante la eliminación de la amenaza de la deportación.

No todos los hispanos que emigran a Estados Unidos se naturalizan, según el estudio del Centro Pew: de los que han venido legalmente al país, sólo 44 % se naturalizan, en parte debido al costo de los trámites y preocupaciones sobre el examen de inglés de la naturalización. Entre los inmigrantes de México, la mayor comunidad de origen, la proporción es menor, sólo 36 %.

La Administración Obama ha desarrollado una política de deportaciones agresiva, de acuerdo con las denuncias de varios grupos de derechos civiles. Entre 2009 y 2012 fueron devueltos a sus países de origen alrededor de 400.000 ciudadanos indocumentados. En 2011, el 97 % de los deportados fueron hispanos, de acuerdo con los datos del Departamento de Seguridad Nacional. En 2012, el presidente anunció la suspensión de las expulsiones de aquellos jóvenes sin papeles que habían llegado de niños a EE.UU., pero que habían crecido y estudiado en este país, los llamados “dreamers”.

Pese a los múltiples titulares y páginas publicadas sobre la reforma, el 59 % de los inmigrantes de origen hispano reconocen saber muy poco sobre su contenido, si bien siete de cada diez sostiene que es “extremadamente importante” que la misma se apruebe.

No obstante, la política migratoria ocupa el último lugar en sus preocupaciones. Sólo para un tercio de ellos la inmigración es el problema más importante al que se enfrenta EE.UU., muy por debajo del 54 % que sostiene que es la educación, el 47 %, que señala al empleo, el 41 % que apunta a la salud y el 38 % que asegura que es la situación económica.

El estudio del Centro Pew se basó en dos encuestas multilingües. Una entrevistó telefónicamente a una muestra nacional representativa de 701 adultos hispanos entre el 16 de octubre y el 3 de noviembre, y tiene un margen de error de 4,4 puntos porcentuales. La segunda encuesta entrevistó a una muestra de 802 adultos asiáticos del 16 al 31 de octubre y tiene un margen de error de 5 puntos porcentuales. —AGENCIAS