El miércoles pasado, el papa Francisco se puso una nariz roja para homenajear a una pareja de recién casados, quienes son voluntarios de la Associazione Arcobaleno Marco, una ONG que utiliza payasos para animar a niños enfermos de cáncer, publicó Elpais.com.
Francisco muestra, una vez más, su cercanía a la gente y su sentido del humor.
Cuando la pareja bajó las escaleras, el pontífice mostró su apoyo a la causa en favor de los niños enfermos y no dudó en colocarse el símbolo universal del payaso. Con su nariz roja y junto a la pareja tampoco tuvo ningún problema en dejarse fotografiar.
Hace poco, durante la homilía de la Fiesta de la Familia, en octubre, en la Plaza San Pedro, un niño se subió al atrio y se abrazó a sus piernas. Todos los intentos para que el pequeño volviera a su sitio, a pie de escenario, fueron infructuosos.
Entonces el Papa pronunció su discurso con él a su lado. La presencia del menor en ningún momento pareció incomodar a Francisco, según se aprecia en imágenes, que le dedicó varios gestos cariñosos al niño.