Don Óscar Almaguer, a sus 83 años, se ve como cualquier amante de los “vochos”, ese simpático auto alemán al que: limpia y cuida. El modelo de ese Volkswagen es 1967, todo un clásico.
Pero a diferencia de quien cree que su auto lo es todo, para don Óscar es su única posesión, es su casa.
El señor Almaguer se divorció hace 10 años, desde ese momento el pequeño auto se convirtió en su hogar, ahí vive, come, duerme…
Su sistema de encendido son dos cables, que debe unir para que avance, su palanca de velocidades es un pedazo de tubo de PVC, al interior puedes observar su cuchara y algunos otros trastes, y el asiento trasero tiene sus cobijas, esas donde a lo largo de 3 mil 600 noches lo han calentado.
Por lo general, Almaguer estaciona su carro en Apodaca, en las afueras de Monterrey, en México.
Con información de excelsior.com.mx