Los nicaragüenses protestan contra las reformas a la Constitución y la “dictadura”

Uno de los puntos polémicos en el proyecto de enmiendas es la reelección presidencial indefinida, que es lo que pretende el gobernante sandinista Daniel Ortega

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elsalvador.com

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2013-11-28 7:00:00

MANAGUA. Cientos de nicaragüenses se manifestaron hoy contra la propuesta sandinista de reformar la Constitución para dar más poder al presidente Daniel Ortega y a los militares, con consignas como “Basta ya de dictadura”.

La marcha, convocada por la organización no gubernamental Movimiento por Nicaragua, salió de una rotonda llamada “Hugo Chávez” y culminó junto a la Asamblea Nacional, donde los manifestantes rompieron las vallas de seguridad resguardadas por un fuerte cordón policial en medio de forcejeos, aunque sin mayores incidentes, constataron medios locales.

Los manifestantes portaban la bandera de Nicaragua y pancartas y carteles con mensajes contra Ortega, a quien compararon con el exgobernante y dictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle.

“Basta ya de dictadura”, “Basta ya de autoritarismo”, “Basta de violación a nuestros derechos”, “No a las reformas” fueron algunas de las consignas coreadas durante la marcha.

En la manifestación participaron algunos dirigentes de los partidos opositores Liberal Independiente y Liberal Constitucionalista, grupos feministas, universitarios, desempleados, pobladores de barrios capitalinos, organizaciones cívicas.

“Por la libertad, no a las reformas”, “Daniel, dictador”, “los militares a sus cuarteles”, gritaban los manifestantes.

La titular del Movimiento por Nicaragua, Violeta Granera, manifestó a los periodistas que la propuesta de reforma constitucional planteada por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional busca consolidar “un régimen dictatorial, excluyente y partidario”.

Según esa ONG, las enmiendas “tienen como propósito la perpetuación en el poder de Daniel Ortega y su familia”, y son “un intento de sustituir el sistema de amplias libertades por otro de naturaleza totalitarista y fascista”.

La diputada sandinista Alba Palacios, que preside la comisión especial que estudia las enmiendas, calificó la marcha de “partidaria”, porque, según dijo, los integrantes de los partidos de oposición superaban a la participación civil.

Sobre la reforma

Uno de los puntos más polémicos es la reelección presidencial indefinida, que allanaría el camino al gobernante izquierdista Daniel Ortega, para buscar un tercer mandato consecutivo en 2016 y el cuarto desde el triunfo de la revolución sandinista en 1979.

Con el proyecto, Ortega ganaría en primera vuelta con la mayoría simple de votos, además de dictar decretos ejecutivos con fuerza de ley.

De igual manera estaría facultado para separar la elecciones municipales de las presidenciales, y hacerlas en 2017 lo que ampliaría el mandato de los ediles actuales un año más.

La reforma, cuya aprobación parece imparable, debido a que el oficialismo cuenta con mayoría en el Legislativo, también otorgaría mayores facultades al Ejército, que controlaría el espectro radioeléctrico y de telecomunicaciones, y sus oficiales generales podrían ocupar cargos públicos sin renunciar a su vida militar.

Las reformas parciales constitucionales en Nicaragua requieren ser aprobadas en dos legislaturas la primera antes del 15 de diciembre, cuando el Congreso concluye sus labores del año. La segunda discusión se haría a inicios de enero, cuando está prevista una gran marcha nacional contra los cambios constitucionales.

El proyecto debe tener el apoyo de al menos el 60 % de los 92 diputados que integran la Asamblea Nacional, es decir con 56 votos.

En la Asamblea Legislativa los sandinistas tienen 63 diputados, lo que les da la mayoría absoluta. —AGENCIAS