Bachelet gana comicios presidenciales en Chile, pero habrá segunda vuelta

Bachelet obtenía un 46,69 por ciento de los votos válidos. La segunda vuelta será el 15 de diciembre, según datos oficiales

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elsalvador.com

Por Reuters

2013-11-17 5:00:00

La socialista Michelle Bachelet se impuso el domingo con comodidad en las elecciones presidenciales en Chile, pero deberá medirse en una segunda vuelta con su rival oficialista para ratificar el liderazgo construido sobre promesas de reducir la abismal brecha entre ricos y pobres.

Bachelet, quien gobernó el país del 2006 a 2010, obtenía un 46,69 por ciento de los votos válidos, quedándose corta de la mayoría simple que necesita para evitar competir en una segunda ronda el 15 de diciembre, según datos oficiales.

Su principal contrincante, la ex ministra de Trabajo del actual gobierno de centroderecha, Evelyn Matthei, conseguía un 25,24 por ciento de los sufragios, uno de los niveles más bajos obtenidos por la coalición conservadora actualmente en el poder en Chile desde el regreso de la democracia en 1990.

Bachelet, de 62 años, buscó capitalizar el descontento con las políticas sociales del gobierno del presidente Sebastián Piñera, que fue acorralado por masivas protestas de estudiantes exigiendo profundos cambios en la educación pública.

Pero la fragmentación de votos entre los nueve candidatos que se postularon en las elecciones le impidieron evitar la segunda ronda, donde se espera que venza ampliamente. Bachelet quiere pasar a la historia como la presidenta que corrigió las desigualdades en el mayor exportador de cobre del mundo mediante profundas reformas en la educación pública y el sistema tributario.

El país andino tiene la peor tasa de distribución del ingreso entre los socios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Pero, su éxito dependerá de obtener suficientes legisladores en el Congreso para poder pasar las reformas.

“Voté por Michelle Bachelet (…) Me interesa una candidata a la presidencia cuyas políticas apunten a la libertad de los ciudadanos. Y que además sus políticas, desde el punto de vista social, tengan que ver con la inclusión”, dijo Marianela Gutiérrez, una abogada de 39 años, que votó en la comuna santiaguina de Providencia.

Estos fueron los primeros comicios bajo un nuevo sistema de voto voluntario, por lo que la cantidad de personas que vayan a sufragar era un enigma. El estatal Servicio Electoral calculó que podrían ejercer su voto entre 7 y 9 millones, ese último nivel muy superior a la participación en elecciones anteriores. El padrón electoral es de 13,57 millones de personas.

VIENTOS DE CAMBIO

Las propuestas de Bachelet, quien hasta marzo dirigió la agencia ONU Mujer en Nueva York, cautivaron a muchos chilenos que no se sienten beneficiados por los millonarios ingresos de la explotación de recursos naturales.

Matthei, hija de un general de la dictadura de Pinochet, entró tarde en la carrera electoral y no logró escalar en las encuestas. La baja popularidad de Piñera no le ayudó.

Además de la presidencia, en los comicios del domingo fueron renovados 120 escaños de la Cámara de Diputados y 20 de los 38 puestos del Senado. Un sólido resultado legislativo será clave para que Bachelet pueda implementar sus audaces reformas, que requieren de un amplio apoyo en el Congreso.

“Voto por Matthei hoy, no tanto porque me gusta, sino por afinidad política, para que se continúe con lo que ha logrado Piñera (…) Con Piñera se ha acelerado mucho el crecimiento. Veo que la gente está mejor que antes”, dijo Marcelo Arias, un empleado de una compañía telefónica de 30 años.

Según Marta Lagos, de la consultora Mori, la coalición Nueva Mayoría de Bachelet, que incluye desde demócrata-cristianos a comunistas, obtendría la mayoría simple en la Cámara de Diputados pero no en el Senado, aunque quedaría muy cerca.

Además de las reformas educativa y tributaria, Bachelet propuso modificar la Constitución para cambiar un sistema electoral diseñado durante la dictadura de Pinochet y que complica la obtención de una mayoría representativa en el Congreso y hace difícil gobernar.

Bachelet, quien fue torturada por los militares durante la dictadura y pasó años en el exilio, vio muchos de sus proyectos empantanarse en el Congreso en su anterior administración.

Sus críticos le achacan no haber sabido responder durante su primer mandato al reclamo de una mejor educación pública, levantado por masivas protestas de estudiantes secundarios.