Brasil espió a diplomáticos de los EE. UU., Rusia, Irán e Iraq

La oposición brasileña pidió ayer abrir una investigación

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elsalvador.com

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2013-11-04 7:00:00

BRASILIA. Brasil, que inició una campaña contra el espionaje electrónico de EE. UU., alegó ayer las mismas razones de seguridad nacional para justificar a sus propios espías, después de que un diario reveló que vigilaron a diplomáticos de los Estados Unidos, Rusia, Irán e Iraq.

Según el matutino Folha de Sao Paulo, la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) espió las actividades de diplomáticos de esos tres países en Brasilia, tanto en sus embajadas como en sus propias residencias.

El periódico dijo haber obtenido esa información en documentos oficiales a los que tuvo acceso, los cuales no aclaran totalmente los métodos empleados, pero aseguran que los diplomáticos eran “seguidos” y “fotografiados” por agentes brasileños.

La operación de espionaje a las dependencias americanas lleva el nombre de Escritorio, en el documento revelado por Folha de São Paulo y cuya existencia fue confirmada por la Presidencia de la República, que ha calificado de “espionaje legal” las actividades de ABIN.

Esas operaciones, según los documentos, fueron realizadas entre 2003 y 2004, cuando el presidente del país era Luiz Inácio Lula da Silva, y afectaron también a Rosoboronexport, agencia estatal rusa dedicada al comercio de productos del área de defensa.

Los documentos fueron obtenidos por el diario en momentos en que el Gobierno brasileño encabeza una campaña en la ONU, con la cual apunta a establecer límites para el espionaje electrónico y que se garantice la privacidad de los usuarios de Internet.

Esa iniciativa siguió a la revelación de que EE. UU. espió las comunicaciones personales de la presidenta Dilma Rousseff, de varios de sus ministros y de estratégicas empresas brasileñas, como la petrolera estatal Petrobras.

Por esa razón, Rousseff canceló una visita de Estado que tenía previsto hacer en octubre pasado a EE. UU., cuyo gobierno ha respondido a las denuncias de espionaje de Brasil que esas actividades son “legales” y responden a necesidades de “seguridad nacional”.

Sobre el espionaje a diplomáticos rusos, iraníes e iraquíes, el Gobierno brasileño evitó hacer comentarios directos, pero en una nota oficial divulgada ayer por la Presidencia se afirma que los datos se refieren a “operaciones de contra-inteligencia” realizadas por la ABIN.

Esas operaciones “obedecieron a la legislación brasileña de protección de los intereses nacionales”, añade el comunicado, en el que también señala que, como el diario no le suministró al Gobierno copias de los documentos, no es posible “validar su autenticidad”.

La noticia han llevado a diputados y senadores tanto del gobierno como de la oposición ha anunciar que hoy van a pedir la reunión de la Comisión Mixta de Control de las Actividades de Inteligencia del Congreso.

El vicepresidente de dicha comisión, el senador Ricardo Ferraço del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, el mayor partido aliado del gobierno, afirmó: “considero gravísimo ese espionaje, aunque tenemos que ver aún en qué contexto tuvo lugar, si fue autorizado por la Justicia y fue legal. De lo contrario estaríamos ante dos pesos y dos medidas: haz lo que yo mando, pero no hagas lo que yo hago. Para salir de eso, necesitamos investigar”.

El líder del partido Demócratas (DEM, de oposición), Renaldo Caiado va a proponer la convocatoria del ministro de Justicia, Eduardo Cardozo, del de Asuntos Exteriores, Luiz Alberto Figuereido y del jefe de Gabinete de seguridad Institucional, de la Presidencia de la República, José Elito, además del director general de Abin, Wison Treza.

Caiado se pregunta: “¿Qué credibilidad tiene ahora el gobierno brasileño para protagonizar un movimiento mundial contra los EE. UU.?”.. —AGENCIAS.