Iglesia argentina alerta del avance del narcotráfico

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elsalvador.com

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2013-11-08 9:00:00

ARGENTINA. Los obispos argentinos advirtieron ayer sobre el crecimiento del narcotráfico en Argentina y reclamaron al Estado combatir a las organizaciones criminales para evitar que el país sucumba ante este flagelo como México y Colombia.

“La Argentina está corriendo el riesgo de pasar a una situación de difícil retorno. Si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes, costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio”, dijeron un centenar de obispos en el documento final de la 106 asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina.

Bajo el título “El drama de la droga y el narcotráfico”, los prelados indicaron que “el desafío es enorme y el poder de corrupción y extorsión de los grupos criminales es grande. Pero no es verdad que ‘nada se puede hacer”’.

El documento del máximo organismo de decisión de la Iglesia católica argentina aparece tras una serie de sucesos de violencia vinculados al narcotráfico que tuvieron fuerte impacto en la opinión pública. Hace menos de un mes, la residencia del gobernador de la provincia de Santa Fe, Antonio Bonfatti, fue atacada a disparos estando el funcionario adentro. El atentado fue vinculado a la remoción de la cúpula policial por sus presuntos contactos con narcotraficantes y también a la detención de cabecillas de bandas de criminales.

El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, aseguró en rueda de prensa el viernes que “no deseamos ser como México y Colombia, ciertamente no lo somos, pero tengamos cuidado, porque ya no somos un lugar de paso, sino de consumo”.

Los obispos también indicaron que “es alarmante la expansión de las llamadas drogas sintéticas, que se distribuyen en diversos espacios festivos, y nos duelen las conductas autodestructivas en adolescentes o jóvenes que consumen diversas sustancias”.

Para los prelados argentinos, “perseguir el delito es tarea exclusiva e irrenunciable del Estado. Recogemos también la preocupación por la desprotección de nuestras fronteras, y por la demora en dotar de adecuados sistemas de radar a las zonas más vulnerables. Lamentamos que el organismo del Estado dedicado a coordinar las políticas públicas en esta materia lleve tantos meses sin tener su responsable designado”.

Los religiosos, no obstante, aseguraron con autocrítica que “no hemos sido suficientemente eficaces en promover una pastoral que convoque y contenga a los adolescentes y jóvenes”.

En nombre del Papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, los obispos pidieron no dejar que “nos roben la esperanza, ni que se la arrebaten a nuestros jóvenes. Cuidémonos los unos a los otros… Trabajemos por una cultura del encuentro y la solidaridad como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna”. —AGENCIAS.