Ningún partido tendrá el control del Congreso hondureño

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elsalvador.com

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2013-11-28 7:00:00

TEGUCIGALPA. Ningún partido tendrá el control del Congreso Nacional, rompiendo con la hegemonía que han mantenido en los últimos 32 años de democracia los partidos Nacional —del candidato vencedor Juan Orlando Hernández— y Liberal, según las proyecciones electorales tras el escrutinio de más del 70 % de las actas.

Hasta ayer, si las tendencias no varían, el Partido Nacional contará con 47 escaños; Libertad y Refundación (Libre), 39; Partido Liberal, 26; Partido Anticorrupción (PAC), 13; Pinu, uno; Democracia Cristiana, uno; Unificación Democrática, uno.

El partido gobernante necesita como mínimo 65 diputados de los 128 que componen el Legislativo para aprobar las leyes ordinarias que requiere para la gobernabilidad del país. Así surgen dos nuevas fuerzas políticas, Libre y PAC, que vendrán a hacer contrapeso en las decisiones adoptadas en el nuevo Parlamento.

El mecanismo parlamentario contempla también la mayoría calificada que implica el voto de 86 miembros de la cámara legislativa para la aprobación de cualquier reforma a la Constitución, la cual debe ser ratificada en una siguiente legislatura por el mismo número de votos.

Generalmente la aprobación de una reforma constitucional bajo esta última formula parlamentaria requiere el consenso con las demás fuerzas políticas que integran el Congreso. Actualmente, el gobernante Partido Nacional tiene 71 diputados en la cámara legislativa y el Liberal tiene 45.

Ese número le ha permitido al presidente Porfirio Lobo gobernar con tranquilidad estos 4 años sin tener que recurrir a las alianzas con otros partidos. En 2004, el Gobierno del entonces presidente Ricardo Maduro tuvo que integrar una alianza entre partidos con la Democracia Cristiana para lograr la mayoría absoluta en el Congreso, en vista de que tras las elecciones sólo logró ganar 61 escaños en la cámara legislativa.

Según analistas, lo anterior obligará a los partidos a establecer alianzas multipartidarias y limitará en cierta forma al partido gobernante; incluso cabe la posibilidad de que el presidente del Congreso no necesariamente sea militante del Partido Nacional, sino que sea producto de los pactos con otros partidos. —AGENCIAS