Acuerdo bipartidista en EE. UU. evita suspensión de pagos y reabre el gobierno

Las dos cámaras votaron anoche una ley que prorroga la financiación del Gobierno

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elsalvador.com

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2013-10-16 7:00:00

WASHINGTON. Con la presión de una fecha límite encima, el Senado de los Estados Unidos y la Cámara de Representantes aprobaron anoche la ley para evitar un inminente impago de deuda y para dar fin a 16 días de cierre parcial del gobierno.

Tras la aprobación por 81-18 en el Senado, el proyecto de ley pasó a manos de la Cámara de Representantes, donde fue aprobado por 285 votos a favor y 144 en contra.

La legislación pasó gracias al apoyo de la minoría demócrata (198 votos). De los republicanos, 144 votaron en contra y 87 a favor.

Las votaciones tuvieron lugar tras una intensa jornada de negociaciones, rumores y declaraciones por parte de ambos partidos y de la Casa Blanca.

Tras la aprobación en la cámara baja, la ley fue firmada por el presidente estadounidense Barack Obama, el acto final de un épico drama político que puso en riesgo la estabilidad económica.

La medida, que es solo una tregua temporal, establece un marco de tiempo para que a comienzos del próximo año posiblemente se enfrenten Obama y los republicanos otra vez por el gasto y el endeudamiento.

La ley autoriza al Tesoro a elevar el límite de 16.7 billones de dólares de deuda de EE. UU. hasta el 7 de febrero y reabrir hasta el 16 de enero las dependencias públicas que fueron cerradas el 1 de octubre, cuando el Congreso fracasó en acordar una ley de presupuesto. Desde entonces 900 mil funcionarios públicos están “de vacaciones” sin goce de sueldo.

Además, las autoridades comenzarán a discutir planes para acelerar el respaldo en el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, donde 307 empleados siguieron laborando pese a la parálisis del gobierno.

Asimismo, se compromete a convocar a una negociación conjunta de miembros de ambos partidos procedentes de las dos cámaras, la denominada “conferencia” parlamentaria, para buscar un nuevo acuerdo sobre políticas fiscales de largo plazo a ser presentado antes del 13 de diciembre.

Por su parte, Obama manifestó su predisposición para trabajar con ambos partidos para conseguir un arreglo fiscal de largo plazo. “Todavía quedan muchas cosas por hacer y yo voy a trabajar para mejorar la situación del país. Espero que el Congreso haga lo mismo”, ha señalado el presidente.

Análisis republicano

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boeh ner, aceptó a primera hora de la tarde el acuerdo bipartito del Senado.

Reconoció ayer que no pudo “ganar” su batalla contra los demócratas de Obama y llamó a sus colegas de bancada a apoyar el acuerdo bipartidista forjado en el Senado para evitar el default del país.

“Además del riesgo de una suspensión de pagos, oponerse supondría abrir la puerta a la mayoría republicana en Washington que quiere elevar los impuestos y deshacer los recortes que ya pactamos en 2011”, se justificó.

“La Cámara de Representantes ha luchado con todo lo que tenía para convencer al presidente de Estados Unidos de que abriera negociaciones bipartidistas sobre la deuda del país y para una mayor justicia para los estadounidenses bajo ‘Obamacare'”, dijo Boehner en un comunicado en referencia a las fracasadas demandas republicanas a que Obama hiciera concesiones en su reforma sanitaria.

El legislador republicano prometió seguir combatiendo “la catástrofe que representa la ley de reforma de la salud”, promulgada por Obama en 2010.

Observadores concuerdan en considerar que los republicanos son los que más perjudicados salen de este pulso político contra el gobierno de Obama, puesto que apenas han logrado concesiones demócratas en materia de reforma sanitaria: apenas la promesa de exigir que aquellos que estén solicitando subsidios para adquirir seguro médico verifiquen sus ingresos para determinar si califican.

Así lo reconoció ayer el propio Boehner en la radio de su estado. “Luchamos una buena batalla, sencillamente no ganamos”.

El acuerdo dejó un sabor especialmente amargo entre los republicanos moderados del Capitolio, que temen que la pugna de los últimos días les pase factura en las legislativas del año que viene. Su objetivo es arrebatar el control del Senado a los demócratas. Pero su actitud ha hecho mella en su apoyo entre los votantes independientes y podría mermar también sus posibilidades de recuperar la Casa Blanca en 2016.

“Han sido dos semanas muy malas”, dijo ayer el senador republicano Lindsay Graham sobre la estrategia del sector más conservador de su partido. “Cogimos unas migajas y dejamos la comida sobre la mesa”.

Por su lado, la agencia Standard & Poor’s dijo que la crisis presupuestaria en los Estados Unidos, luego de dos semanas de parálisis, costó miles de millones de dólares al país.

La riqueza producida en los Estados Unidos entre octubre y diciembre será amputada en consecuencia de $24,000 millones, afirmó.

—AGENCIAS.