MÉXICO. El huracán “Raymond” se fortaleció a categoría 3 ayer en la madrugada y amenazaba con provocar nuevas lluvias torrenciales sobre las costas del Pacífico mexicano, ya devastadas el mes pasado por la tormenta tropical Manuel.
El huracán casi se había detenido frente al sur de México, unos 265 kilómetros (165 millas) al oeste-suroeste del puerto de Acapulco, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, y se prevé que se acerque un poco más a la costa hoy antes de revertir su rumbo de regreso al mar mañana.
Las autoridades mexicanas se apresuraron a enviar personal de emergencia y dijeron que estaban estudiando la evacuación de áreas bajas. Unas 10,000 personas comenzaron a abandonar sus viviendas un mes después de que Manuel inundó varios vecindarios y provocó deslaves que incluso sepultaron gran parte de un poblado. El fenómeno dejó colinas en peligro de deslave.
David Korenfeld, jefe de la Comisión Nacional del Agua de México, dijo que las autoridades están esperanzadas en que un frente frío que se mueve desde el norte pueda ayudar a desviar a “Raymond” a fin de que no llegue a la costa.
Los meteorólogos dijeron que si el huracán se mantiene frente a la costa podría provocar intensas lluvias torrenciales, inundaciones súbitas y deslaves de gran riesgo para la población que habita la región centro-sur del litoral mexicano.
El vórtice de “Raymond” estaba ayer a unos 185 kilómetros al sur-sureste del puerto turístico de Zihuatanejo con vientos máximos sostenidos de 195 kilómetros por hora a primeras horas de ayer.
Había una alerta de huracán desde Tecpan de Galeana, al norte de Acapulco, hasta el puerto de Lázaro Cárdenas. Se emitió una alerta de tormenta tropical desde Acapulco hasta Tecpan.
Las autoridades en el sureño estado de Guerrero, donde Manuel causó unas 120 muertes por inundaciones y deslaves en septiembre, cerraron los puertos, establecieron 700 albergues de emergencia e instaron a los residentes de áreas en riesgo a que tomen precauciones. Funcionarios tienen previsto decidir pronto si ordenarán más evacuaciones, inclusive en las áreas bajas de Acapulco que fueron inundadas por Manuel.
En Zihuatanejo, junto al balneario de Ixtapa, autoridades acudieron a comunidades ubicadas en laderas para advertir a sus habitantes de los riesgos de deslaves, pero nadie había evacuado voluntariamente aún, dijo el bombero municipal Jesús Guatemala. Refirió que se instalaron tres refugios temporales.
“Ahorita no ha bajado ni una persona”, dijo el bombero. “Casi la mayoría prefiere estar en sus casas”. En el estado se cancelaron las clases en muchas comunidades costeras al oeste de Acapulco.
El riesgo de daños se acrecienta por las lluvias debido a que 50 represas en la zona siguen por encima de su capacidad máxima y las autoridades comenzaron a descargar agua a fin de crear más espacio para las lluvias. —AGENCIAS